La crisis en la que se encuentra Eslovaquia hoy en día no es de carácter económico sino sanitario, producida por la pandemia del coronavirus. El decrecimiento se debe, en primer lugar, a la recesión de las principales económías del mundo. Con estas palabras se manifestaba el miércoles el ministro eslovaco de Finanzas Eduard Heger.
Acorde con los últimos pronósticos, la economía eslovaca este año caerá un 7,2% como consecuencia de la pandemia del coronavirus y las medidas que se implementan para atenuar el impacto negativo de este virus. El Instituto de Política Financiera (IFP) espera una recuperación gradual de nuestra economía en el segundo semestre del año. Para el año próximo se espera un crecimiento del 6,8%.
Según Heger, el gobierno hará todo lo posible para que se adopten medidas de calidad que permitan reactivar la economía. En este contexto, el ministro citó las ayudas financieras, las inversiones públicas y la mejora del ambiente empresarial.
