La celebración de misas religiosas se regirá por las regulaciones que existían hasta hoy y no estarán sujeta a la prohibición de grupos de más de seis personas, que ha entrado en vigor este martes. Según Martin Kramara, portavoz de la Conferencia de Obispos de Eslovaquia, las misas serán interrumpidas por completo a partir del jueves 15 de octubre.
Kramara reveló que el primer ministro Igor Matovič había notificado con antelación al presidente de la Conferencia de Obispos de Eslovaquia Stanislav Zvolenský la decisión de prohibición general de los servicios religiosos. "Los obispos tuvieron varias videoconferencias conjuntas durante el fin de semana. A través del presidente de la conferencia, trataron de comunicarse con los funcionarios estatales para tratar de que se mantuviera la posibilidad de una forma mínima, aunque estricta, de celebración pública", alegó Kramara.
Tras el anuncio de la prohibición general, los obispos decidieron escribir una carta al primer ministro, en la que expresaron su apoyo en la lucha contra la propagación de la pandemia y la disposición de la Iglesia a cumplir con las regulaciones estatales.
