El primer ministro eslovaco, Igor Matovič, participó en el Summit de la UE en Bruselas celebrado ayer y hoy en Bruselas. Los jefes de estado debatieron sobre la coordinación de las medidas sobre el COVID-19, el cambio climático, la seguridad y las relaciones externas.
Los líderes tomaron la decisión de aumentar las sanciones a Turquía con relación al conflicto de los yacimientos de petróleo y de gas natural al este del Mar Mediterráneo. Acordaron que se fijará el objetivo de disminuir un 55% de las emisiones de los gases de efecto invernadero en el 2030. La presidenta de la comisión europea valoró la unión entre los líderes, en cuanto al tema de las emisiones, lo que permitirá la oportunidad de lograr la neutralidad climática en el 2050.
El debate de la agenda climática viene dificultado por la postura de Polonia a la que apoya Chequia y otros países centroeuropeos dependientes de los suministros de carbón. Polonia justifica su postura con el argumento de que las crecientes supresiones en el traspaso a la economía verde, conllevan gastos en el presupuesto hacia los países que no dependen tanto del carbón y que será más problemático si se exigen la disminución de emisiones en el sector del transporte, agricultura y construcción.
