A las 5 de la mañana del 19 de diciembre comenzará el toque de queda en Eslovaquia y entrará en vigor el cierre de establecimientos. Las tiendas, con excepción de las que garantizan la venta de productos de necesidad básica, permanecerán cerradas. Estas nuevas medidas fueron anunciadas el miércoles por el ministro de Sanidad Marek Krajčí y el vicepresidente de Gobierno para Asuntos Legales y Planificación Estratégica, Štefan Holý.
El ministro Krajčí confirmó que la situación epidemiológica del país es crítica. Hizo un llamamiento a la población para que cumplan con las restricciones, se mantengan en sus casas y no organicen encuentros en los que haya más de dos familias. "Se trata de crear una especie de burbuja", añadió Holý. Entre las medidas no encontraremos la prohibición de realizar viajes, pero el Gobierno les pide a los ciudadanos que consideren si es imprescindible salir de viaje.
Entre las excepciones se encuentra la visita de familiares, las salidas para la compra de alimentos, ir al trabajo, ir a la oficina de correos, pero también para asegurar otras necesidades fundamentales, la compra de combustible, etc.