El nuevo fiscal especial Daniel Lipšic ayer prestó juramento al cargo en presencia del presidente de la Asamblea Nacional Boris Kollár y del fiscal general de la República Maroš Žilinka.
"Aprecio la confianza que he recibido de la Asamblea Nacional de la República Eslovaca. Estoy convencido de que hoy la justicia se encuentra en una encrucijada y existe la posibilidad y la esperanza, quizás por primera vez en 30 años, de hacer que la justicia penal avance significativamente. Junto con mis colegas, los fiscales de la Fiscalía Especial, quiero hacer todo lo posible para que la gente recupere la confianza en la ley, vea que esta es igual para todos y que la justicia es uno de las cosas más valiosas de nuestra sociedad", aseveró Lipšic durante su intervención.
El procurador general, en declaraciones para los medios de comunicación, afirmó que apoyaría al fiscal especial, pero que también lo controlaría.
Robert Fico, líder de Smer-SD, principal partido de la oposición, volvió a criticar el nombramiento de Lipšic a la cabeza de la Fiscalía Especial, resaltando que la coalición lo eligió solo porque necesitaba un garrote para la oposición.
El mandato del nuevo fiscal especial será de 7 años.