El Gobierno ayer aprobó una enmienda a la Ley sobre la Ciudadanía Estatal, según la cual las personas que se convierten ciudadanos de otro país, ya no tendrán que renunciar a su pasaporte eslovaco. De esta manera podría obtener la ciudadanía eslovaca todo aquel que la haya perdido en función a su propia solicitud, pero también las personas, cuyos padres, abuelos o bisabuelos sean de origen eslovaco. "En concordancia con nuestro programa gubernamental brindaremos a los ciudadanos eslovacos que viven en el extranjero la posibilidad de mantener también la ciudadanía eslovaca. A la vez queremos facilitar la recepción de nuestra ciudadanía a los nuevos solicitantes", afirmaba Roman Mikulec, ministro del Interior. Esta enmienda a la Ley debería entrar en vigor el 1 de julio de 2021, pero primeramente tiene que ser aprobada por el Parlamento. Sin embargo, la normativa tiene también opositores. László Sólymos, líder del partido Most-Híd, argumenta: "Según la Ley aprobada en 2010 las personas que reciben la ciudadanía de otro país, automáticamente pierden el pasaporte eslovaco. Los cambios que pretenden ser introducidos por la nueva enmienda son solamente una venda a viejas heridas, sin embargo, no resuelven nada. Pueden ayudar a las minorías que viven en el extranjero, pero no a las que residen en Eslovaquia".
La obtención de una ciudadanía extranjera no comportará la pérdida de la eslovaca
25. 02. 2021 14:51 | Actualidad

Mária Mangová Foto: TASR