"La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debería responder ante las actividades de desestabilización en los países del entorno más próximo y ante las campañas de desinformación y las actividades cibernéticas. Nuestra seguridad comienza en casa, dependiendo de cuán resistentes seamos y del respeto que tengamos por valores como son la libertad, la democracia y el estado de derecho. Estas son nuestras ventajas frente a los regímenes antidemocráticos". Con estas palabras se pronunciaba la jefa de Estado, Zuzana Čaputová, ayer en la cumbre del grupo de Bucarest (B9), en la que participó a través de un videoconferencia desde Copenhague, Dinamarca.
Además de los países del B9, en la cumbre intervinieron el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El B9 lo conforman Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía.