El Secretario de Estado del ministerio eslovaco de Defensa, Marian Majer, asistió ayer domingo a los actos de recuerdo de la masacre a las víctimas del llamado “domingo sangriento”, ocurrido en la población de Ostrý Gruň, que se celebraron en el monumento de recuerdo a dicho hecho histórico. Esta pequeña población de Eslovaquia Central fue la primera que en el año 1945 sufrió las represalias de los ocupantes nazis contra los colaboradores de la Insurrección Nacional Eslovaca. El valle en el que se sitúa esta pequeña población llegó a albergar a más de 3.000 insurrectos partisanos durante el mencionado Levantamiento.
Hilari Ruiz de Gauna i Torres Foto: TASR