La presidenta considera la expulsión de los diplomáticos rusos como una respuesta adecuada a las conclusiones del Consejo de Seg

La expulsión de los diplomáticos rusos del territorio de la República Eslovaca es una respuesta adecuada a las conclusiones de la Inteligencia Militar y de las fuerzas del orden. Estos hechos son extremadamente graves y confirman la tendencia de la Federación Rusa a influir en la opinión pública y la política de Eslovaquia. Así lo afirmó la presidenta eslovaca, Zuzana Čaputová, enfatizando que "el objetivo de estas actividades es, en última instancia, socavar la estabilidad interna y debilitar la seguridad de Eslovaquia, por lo que debemos enfrentarlas con eficacia". La cartera de Exteriores declaró que el lunes 14 de marzo, al anunciar la expulsión de tres miembros del personal de la Embajada de la Federación Rusa en Bratislava, se le pidió a la parte rusa que actuara de acuerdo con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y que respetara plenamente las leyes de la República Eslovaca. Por cooperar con la inteligencia militar rusa, la policía acusó de espionaje y aceptación de sobornos a dos personas, un ex funcionario de la academia militar de Liptovský Mikuláš y un gerente de un sitio web actualmente bloqueado por el estado. Si se comprobará su culpabilidad, los dos podrán enfrentarse a una pena de prisión de entre 4 y 13 años.