Los controladores de las obras hidráulicas el miércoles por la tarde detectaron manchas de aceite en la presa de Gabčíkovo y en consecuencia detuvieron un barco de pasajeros sueco, supuestamente el causante de este accidente. La marea negra se extendió hasta casi ocho kilómetros. Los inspectores del agua están investigando el incidente como un deterioro extraordinario del agua y el culpable deberá pagar una multa de hasta 165 000 euros. "Ahora la prioridad es evitar nuevos vertidos y eliminar la contaminación", añadieron. Según el Ministerio de Medio Ambiente, la situación se ha estabilizado, pero la navegación seguirá estando suspendida.
Mária Mangová Foto: TASR