Después de 16 años de conservación, componentes de una tumba principesca del período de las grandes migraciones, considerada única por los científicos, han regresado a Eslovaquia. Se trata de vigas de madera de 1.600 años de antigüedad que formaban la estructura de la tumba subterránea de un príncipe germánico. Esta fue descubierta en 2006 en Poprad - Matejovce y sus componentes fueron conservados en laboratorios especializados en Alemania. En Eslovaquia serán almacenados en modernos depósitos con aire acondicionado del Instituto de Arqueología de la Academia Eslovaca de Ciencias en Nitra.
José Portuondo Foto: TASR