Comienza la recolección de fresas

Los productores de fresas han abierto los campos a los recolectores en más de 30 localidades del sur de Eslovaquia. A pesar de la elevada inflación, los precios de la cosecha de este año han aumentado sólo ligeramente. Debido a que una parte de la fruta no puede recogerse a tiempo por falta de trabajadores temporales, este año los ucranianos ayudarán en los huertos. Recogerán las fresas al final de su periodo de maduración, cuando haya menos clientes en los campos. "Nuestro objetivo es recoger el máximo posible. Las fresas eslovacas de calidad, con su sabor y aroma auténticos, son muy superiores a las frutas importadas, que nos llegan sin madurar y además son mucho más duras que las nuestras. Teniendo en cuenta los beneficios de las fresas eslovacas, el trabajo humano y el dinero invertidos en su cultivo, no se debe dejar que se pudran en los campos de fresas", declaró Marián Varga, Presidente de la Unión de Productores de Frutas de Eslovaquia. El aumento de los precios también se ha reflejado en el coste del cultivo de fresas, ya que ha aumentado entre un 5% y un 10%. Durante la temporada, los productores recurren a la protección contra las heladas para garantizar una cosecha de calidad, lo que les ha costado 3,5 millones de euros esta primavera. También han aumentado otros insumos como la energía, el agua, el combustible, el abono y la paja que se pone bajo los arbustos de fresas. Por ello, los productores han ajustado los precios al consumidor, que han aumentado en torno a un 5% con respecto al año pasado. Los fruticultores eslovacos cultivan este año fresas en unas 200 hectáreas. En los últimos años, el consumo de fresas se ha mantenido estable en un kilo per cápita al año. Dado que la media fue de dos kilos per cápita en 2009, los productores intentan a aumentar la demanda de fresas por parte de los eslovacos.