Según la Unión de Empleadores el estado actual de la crisis energética es insostenible para las empresas nacionales y su producción se encarece frente a la competencia extranjera. Por ello, muchas de ellas se ven obligadas a optimizar el número de puestos de trabajo, cambiar o reducir la jornada laboral o trasladar parte de su producción fuera de Eslovaquia. En este contexto, los empresarios señalan que, como consecuencia de los precios persistentemente elevados de la energía, la ausencia de sistemas de compensación adecuados y la carga normativa que se está introduciendo, la competitividad de las empresas eslovacas se debilita día a día. Cuanto más persista esta situación, menos nuevas inversiones llegarán a nuestro país.
Ladislava Hudzovičová Foto: TASR
