El pico de Veľká Javorina, el más alto de los llamados Cárpatos Blancos, ha acogido este fin de semana el tradicional encuentro de hermandad entre checos y eslovacos, en el que se conmemora el pasado común de estas dos interconectadas naciones. De hecho, tal y como recordaba uno de los oradores del acto, el alcalde del municipio de Lubina, Martin Beňatinský, los habitantes de los municipios fronterizos de Moravia y Eslovaquia siguen entendiéndose muy bien, a pesar de la división política entre los dos Estados.
Hilari Ruiz de Gauna i Torres Foto: TASR