El presidente del Cuerpo Nacional de la Policía, Štefan Hamran, ayer en rueda de prensa rechazó rotundamente las declaraciones de algunos políticos sobre una posible manipulación del caso Ezekiel, que concierne al exjefe de Policía Tibor G. y a Roman S.
Según Hamran, resultan absurdas las afirmaciones de los políticos de que un multimillonario estadounidense influye en la Policía eslovaca a través de la presidenta Zuzana Čaputová y el primer ministro Ľudovít Ódor. Les pidió a los políticos que no involucraran a la Policía en la actual campaña electoral.
"La policía tiene las manos libres hoy en día", aseveró Hamran, añadiendo que los tribunales y demás órganos encargados de hacer que se cumpla la ley también están convencidos de ello.
Recordemos que el 11 de agosto, la Policía detuvo y acusó al exjefe del Cuerpo de Policía Tibor G. y a Roman S. por sospechas de corrupción. Ambos serán investigados en libertad. La Policía también ha acusado de los mismos cargos al empresario eslovaco Norbert B.
