En la piscina termal de Podhájska, situada en el distrito de Nové Zámky, no hubo tornado, sino lo que se conoce como “downburst“. Así se desprende del estudio de los daños tras la tormenta de viento. Lo informó el portavoz del Instituto Hidrometeorológico Eslovaco (SHMÚ) Ivan Garčár. "Nuestro análisis muestra que la naturaleza de los daños, su distribución espacial y la duración del suceso corresponden al fenómeno denominado downburst, que surge de una fuerte corriente descendente de una tormenta o sistema tormentoso. A juzgar por la gravedad de los daños, se puede estimar que las ráfagas de viento alcanzaron los 150 kilómetros por hora", declaró el meteorólogo Miroslav Šinger.
Ladislava Hudzovičová; Foto: TASR