El ministro del Interior, Matúš Šutaj Eštok, a través de su cuenta en las redes sociales pidió disculpas al juez Michal Kubiš por haber dicho que este último debería enfrentarse a un proceso disciplinario por la decisión tomada en el caso del destituido vicepresidente de la Policía, Branko Kišš. “Mi declaración no benefició a un debate de fondo, algo necesario en casos de este tipo, y podría afectar a todo el poder judicial, lo que lamento sinceramente”, constató Šutaj Eštok.
El ministro, sin embargo, sigue insistiendo en que la medida cautelar adoptada por el susodicho juez es ilegal y nunca debió haberse dictaminado. "El Ministerio del Interior se defenderá por todas las vías legales disponibles. No obstante, el debate sobre la ilegalidad de esta decisión debe permanecer en un nivel puramente fáctico”, añadió.