El ministro de Empleo, Asuntos Sociales y Familia, Erik Tomáš, coincide con la opinión de Róbert Chovanculiak, analista del Instituto de Análisis Económico y Social (INESS), en que la directiva europea sólo da recomendaciones no vinculantes y no prescribe una suma exacta ni un aumento en el salario mínimo para ningún país. Por eso, el ministro defiende el compromiso del Ejecutivo eslovaco en su declaración programática de fijar el salario mínimo en el 60 % del salario medio.
José Portuondo Foto: TASR