La economía eslovaca terminó 2023 con un crecimiento superior al 1%, siendo el crecimiento más lento desde 2013, si no se tiene en cuenta el descenso de 2020. El producto interior bruto creció un 1,1% (a precios constantes, sin desestacionalizar) y el volumen nominal a precios corrientes ascendió a algo menos de 122.200 millones de euros, según la Oficina Estadística Eslovaca. El impacto más significativo fue claramente el crecimiento del 5,7% en la industria. De este modo, un sector clave de la economía se recuperó tras la desaceleración de 2022. En las estructuras industriales, la producción de equipos de transporte creció decisivamente más de un 22% y la producción de coque y productos petrolíferos fue superior en casi un 10%.
Mária Mangová; Foto: TASR
