Eslovaquia es uno de los países europeos con menor probabilidad de que los hijos superen la educación de sus padres. Una mayor movilidad intergeneracional, especialmente en educación, conduce a un crecimiento económico más sólido y a la reducción de la pobreza, según se desprende de la publicación Desafíos estructurales 2024, editada por el Banco Nacional de Eslovaquia.
Ladislava Hudzovičová Foto: TASR