Dos equipos de cirujanos cardíacos del Instituto de Enfermedades Cardiovasculares de Eslovaquia Oriental salvaron el corazón de un paciente de 35 años con una operación sin precedentes. Lograron combinar dos tipos de operaciones: las de Ross y Ozaki. El único intento similar se realizó en Japón con un cerdo muerto, pero nunca en una persona viva.
La conexión entre la cirugía de Ross y Ozaki duró casi ocho horas y se desarrolló en dos quirófanos simultáneamente.
“Es una operación clásica de Ross, es decir, se toma una válvula pulmonar con una parte de la arteria pulmonar y se implanta en el lugar de la válvula aórtica extirpada enferma”, explicó Adrián Kolesár, jefe del Departamento de Cirugía Cardíaca del mencionado instituto. “Lo que hicimos ahora por primera vez fue modelar nuestra propia válvula pulmonar a partir del corazón del propio paciente. El revestimiento de la nueva arteria pulmonar estaba hecho de pericardio bovino. Lo esencial aquí es que las aletas sean de tu propio tejido, porque eso es importante”, añadió.
El paciente, gracias a esta operación, podrá llevar una vida mejor y más plena sin el uso diario de medicamentos.