El mayor homenaje a los caídos es un mundo en el que no haya lugar para la guerra

El mayor homenaje a los caídos es un mundo en el que no haya lugar para la guerra. El aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial es un recordatorio para que no se repita la historia en sus formas más crueles, para que vuelva a prevalecer la diplomacia en lugar del ruido de las armas y para que volvamos a la cooperación económica en lugar de levantar barreras económicas. Así lo declaró el presidente Peter Pellegrini con motivo del Día Internacional de los Veteranos de Guerra durante una ceremonia conmemorativa en el cementerio militar de Petržalka, en Bratislava. “Es alarmante que la situación actual nos recuerde tan claramente a la situación previa al estallido de la Primera Guerra Mundial, que hoy, en el siglo XXI, no muy lejos de nuestras fronteras, se oyen disparos, vuelven a morir soldados en los campos de batalla o en las trincheras y, junto con ellos, personas inocentes, incluso niños, entre los escombros de sus hogares”, recordó Pellegrini.