En el pueblo de Trstín, situado en la región de Trnava, eligieron por primera la miss o la mujer más linda del pueblo hace 177 aňos, precisamente durante la fiesta de Pentecostés. En aquel entonces se le llamaba la Virgen Rosa. Para descubrir esta curiosa historia el redactor Michal Herceg visitó el mencionado pueblo y entrevistó a la alcaldesa Marta Genčúrová.
El autor de la idea de organizar las llamadas fiestas rosáceas, el cura Imrich Štvrtecký, heredó 2 mil florines. Primero pensaba utilizar este dinero para pagar los estudios a sus pobres parroquianos o para comprar dos bombas de incendios para los bomberos. Sin embargo, en esa época había leído un libro francés sobre las fiestas rosaceas y quedandose muy entusiasmado por ella decidió dedicar su herencia a la belleza femenina.
Las fiestas rosaceas llegaron a ser famosas sobre todo gracias a la competición de la Virgen Rosa. Habla Mária Kudláčová, habitante de Trstín.
La primera fiesta rosácea tuvo reglas muy rigurosas. Por supuesto, para tomar parte en ella podían inscribirse exclusivamente las mujeres que cumplían los requisitos prescritos. Y luego, al mismo concurso podían asistir los ciudadanos de nuestro pueblo y de los pueblos adyacentes. Las muchachas que competían eran observadas durante todo el aňo y los criterios más importantes no tenían que ver con la belleza, sino con sus valores y cualidades personales.
Hemos llegado a la diferencia más importante entre las competiciones de Miss en el pasado y de las de hoy. La belleza en aquel entonces no era lo más importante. Continúa la seňora Kudláčová.
La mujer tenía que ser devota, tenía que estar disponible a ayudar a los demás, tenía que comportarse de manera virtuosa, tenía que respetar y estimar a sus amos, a sus padres, a sus superiores, no podía pararse a hablar con los jovenes, ni pasar las noches fuera de casa, ni participar en fiestas o bailes, etc. En aquel entonces incluso había los horarios de la tarde para las muchachas, en verano tenían que volver a casa antes de las 9 y en invierno antes de las 8 de la tarde.
La competición, entonces era del todo inocente, pero no totalmente desinteresada. Continúa la alcaldesa del pueblo de Trstín.
Las virgenes rosa, como se les llamaba a las ganadoras del concurso, ellas vencían 100 florínes, que sin embargo, podían realmente recibir el día de su boda. En caso de que fallecieran, el dinero ganado no se heredaba. 20 florines se utilizaban para el entierro y los 80 restantes eran entregados a la muchacha que había terminado la competición en segundo lugar.
La primera Virgen rosa o la miss de Trstín fue elegida en el aňo 1837 y luego la fiesta continuó celebrarse cada aňo al lunes de Pentecostés. Con esta ocasión el cortejo que salía de la iglesia pasaba al alborado del pueblo donde tenía lugar la competición. Habla otra de las mujeres del pueblo, seňora Ľudmila Fedorová.
Había que ser muy atrevidas para inscribirse en aquella competición. La muchacha tuvo que ser perfecta, ejemplar. Yo personalmente no me había inscrito. Todas las muchachas que tomaron parte en la competición mercen un reconocimiento. Se ha conservado una fotografía de la Virgen rosa ganadora en el aňo 1915 llamada Alžbeta Pastuchová. Ella era muy muy guapa y dicen que era una chica muy sincera.
Entre las numerosas ediciones de la fiesta obviamente nacieron historias curiosas y originales. Continúa la alcaldesa, Marta Genčúrová.
Yo personalmente conozco esta historia solo de los cuentos. Sin embargo, nuestras mujeres dicen que conocían en persona a una miss o ganadora que después de haber ganado el concurso se le llamaba “stovka“ – o ciento. Cuando ganó esa mujer se decía que ella realmente no era virgen, entonces, su madre cuando la hija venció gritó: Cien florines perdidos en el culo! Puesto que en esos tiempos cien florines representaban un gran dinero, se entiende que la madre se quedo muy triste. Desde aquel entonces a las ganadoras del concurso se les llamaba a todas “stovka“ – o cien.
Una lucecita de esperanza para reanimar esta fiesta ha traído la Asociación de jubilados.
Los primeros pasos decidieron emprenderlos durante una fiesta deportiva de jubilados que se celebró en nuestro pueblo en 2011. Allí algunos propusieron renovar la competición de las virgenes rosa e inmediatamente fue elegida la presidenta de la sucursal regional de la Union de jubilados eslovacos, la seňora Anna Ponecová.
Virgen-Rosa-de-Trstin Máte problém s prehrávaním? Nahláste nám chybu v prehrávači.