Andrej Hlinka, político eslovaco de gran impacto sobre nuestra historia

Andrej Hlinka, político eslovaco de gran impacto sobre nuestra historia

El 27 de septiembre se cumplieron exactamente los 150 aňos del nacimiento de Andrej Hlinka, cura católico, político y fundador del Partido Popular Eslovaco.

Andrej Hlinka nació en Černová, una parte de la ciudad de Ružomberok, en el aňo 1864. Ya como un hombre joven decidió entrar en la iglesia católica y hacerse cura, lo cual era en aquel entonces a la vez la única posibilidad de como escalar posiciones en la vida social. Las ideas de Hlinka fueron influídas por el movimiento social cristiano y por el nacionalismo, ideologías muy fuertes en la Europa de aquel período. Es lógico y natural que un intelectual, que vivía a finales del siglo XIX y en el comienzo del centenario siguiente en estos lares, se sintiese atraído por la idea nacional. Eslovaquia formaba parte del Imperio Húngaro y como respuesta a la revolución celebrada en los aňos 1848-1849, fue notablemente fortalecida la llamada magiarización, o sea los esfuerzos de la gobernadora nación húngara de reprimir al resto de las naciones que vivían en la monarquía.   

Andrej Hlinka se ha convertido en uno de los personajes de nuestra historia, cuya historia personal ha sido más torcida y falseada por direfentes mitos y sospechas ya que Hlinka fue declarado como el líder del movimiento autonomista, a pesar de que en realidad apoyaba a la vez la cooperación eslovaco-checa. Además, se le atribuía lo que después de su muerte, durante la Segunda Guerra Mundial ejercía El Partido Popular Eslovaco de Hlinka. Le cedo la palabra al historiador Ivan Kamenec:

”Hay que destacar el papel de Andrej Hlinka en la fundación de un estado común de los eslovacos y checos, de la Primera República Checoslovaca. Fue él quien pronunció por primera vez en nuestra escena política  que el matrimonio de mil aňos con los húngaros no nos había beneficiado, y que por lo tanto resultaba favorable unirse con los checos. Éstas palabras las declaró antes del aňo 1918, cuando fue firmada la llamada Declaración de Martin. También hay que aclarar que la idea de autonomía de Eslovaquia no fue un invento del Partido Popular Eslovaco, esta idea aparecía en nuestro territorio con regularidad a partir del siglo XIX.”    

Aňado que la Declaración de Martin fue la manifestación de los políticos eslovacos reunidos en el Consejo Nacional Eslovaco en octubre de 1918 en la que proclamaron su intención de separar los territorios poblados por eslovacos de Hungría y unirse con los checos en el nuevo estado checoslovaco. Hlinka no se sintió lo suficiente apreciado por su contribución para la creación de la Primera República Checoslovaca, dado que no fue nombrado ni ministro, ni obispo. Por lo menos se convirtió en el líder del partido que había fundado y que desde el aňo 1925 llevaba el nombre del Partido Popular Eslovaco de Hlinka. Ese partido se declaró a sí mismo como el único cuerpo político que abogaba por los intereses de la nación eslovaca. Éstas son las palabras del historiador Milan Zemko, pronunciadas con ocasión del 75 aniversario de la muerte de Andrej Hlinka:

“Su personalidad ha sido aceptada tanto positivamente, como críticamente, no obstante nadie le puede negar el papel sustancial en la política moderna de los eslovacos. A pesar de ello, no sería correcto denominarlo padre de la nación. Yo destaco que Hlinka desarrollaba la idea de autonomía eslovaca, dado que, si no lo hiciera, a mi juicio, nuestra política y nuestras ambiciones nacionales desaparecerían por completo en la política checa.”

Andrej Hlinka murió el 16 de agosto de 1938 en Černová, su lugar de nacimiento. En tan sólo un medio aňo fue declarado el Estado Eslovaco y Hlinka fue convertido en su símbolo. También las unidades de seguridad, fundadas bajo el partido gobernante, y que en breve se convirtieron en las tropas armadas en servicio del poder estatal, recibieron el nombre de Guardias de Hlinka. El historiador Ivan Kamenec asevera:

“Andrej Hlinka no tiene nada que ver con esta organización y sus actividades  durante la Segunda Guerra Mundial. Esto pasa a menudo en la historia, que los herederos reales o ideológicos se adueňan de los nombres de políticos importantes. Lo mismo ocurrió con el nombre de Hlinka.”

Después del aňo 1948 y con el establecimiento del régimen socialista el nombre de Andrej Hlinka desapareció de la historia oficial, dado que no cuadraba con la ideología estatal. De nuevo entró en escena después del aňo 1989, no obstante su papel en nuestra historia todavía despierta polémica, diversas emociones y su nombre está cubierto por un velo de confusión.

 

Mária Mangová

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