En la historia de los oficios tradicionales eslovacos se destacan los famosos alambreros o latoneros, es decir los hombres que deambulaban de casa en casa para arreglar los utensilios y herramientas de hojalata como las ollas o cazuelas.
En eslovaco se llamaron “drotári” de la palabra drôt que significa alambre. Durante la segunda mitad del siglo anterior este oficio completamente desapareció.

Antes pero, es decir en el siglo 19 y en la primera mitad del siglo 20, deambulaban por el territoro eslovaco más de 10 mil alambreros. La mayoría de ellos provenía de la región de Kysuce. En la espalda los drotári llevaban colgado el típico canasto que se llamaba “krošňa“. Mientras que en el pasado nuestros latoneros eran famosos por todo el mundo, viajaron hasta America o China, en la actualidad existen solo como artesanos artísticos. Hace dos aňos falleció a la edad de 89 aňos uno de ellos, seňor Ladislav Jurovatý. En un programa de la radio emitido en 1997 hizo esta declaración.
El mayor orgullo de mi trabajo son mis obras plásticas, que en la actualidad están expuestas en varias galerías de arte, incluída la Galería nacional. A través de estas obras plásticas o estatuas que yo personalmente llamo labores de estudio quise demostrar a los artistas eslovacos, tanto pintores como escultores, que un material tan sencillo como es el alambre, se puede utilizar también en las artes plásticas, es decir, tridimensionales. Para la mayoría de los artistas el alambre representa un material poco interesante, es como una linea dibujada con un lápiz y es un poco difícil imaginarse un objeto tridimensional hecho de este material. Entonces empecé a dar vueltas por los museos estudiando el trabajo de viejos alambreros y entendí que lo que para mi parecía un problema técnico ya había sido solucionado por los viejos alambreros. Por supuesto, no tuve intención de copiar sus obras, que eran testimonio de cierta epoca de la historia, tampoco su estilo. Quise solo conocer sus tecnicas para desarrollar un estilo propio, moderno.
Justamente el alambre era lo único que tenían en común las obras de los viejos alambreros con las obras modernas de Ladislav Jurovatý. A pesar de eso, él estimaba mucho la evolución de este arte o de esta artesanía.
La historia de los alambreros eslovacos tiene más de 500 aňos. Ellos surgieron de forma de un oficio, un servicio que cubría una verdadera necesidad y poco a poco muchos de ellos emigraron y fueron creando talleres en varios rincones esparcidos por todos los continentes. También tenemos muchos testimonios de la epoca de su decadencia, cuando después de la primera guerra mundial deambulaban por el país, de casa en casa, arreglando cazuelas y ollas de lata. En ese periodo yo no pude encontrar ninguna inspiración artística, dado que por aquel entonces los alambreros fabricaban ratoneras, cestas, canastas, perchas, ganchos, colgadores y utensilios y herramientas de cocina. Sin embargo, debo destacar que de los mismos utensilios que ellos producían o incluso inventaron o perfeccionaron, ustedes pueden encontrar por lo menos 5 piezas en cada hogar. Son cosas que se utilizan de la misma forma y manera en la actualidad.
Durante varios aňos el seňor Jurovatý enseňó alambrería en la Academia de Bellas Artes de Bratislava. Y como dijo él mismo, esto le brindó una gran satisfacción.
Asisto para dar consultas, puesto que el oficio de los alambreros afortunadamente está reviviendo, por lo menos su lado artístico. Enseňo gratuitamente a los estudiantes que eligieron la alambrería como asignatura y debo decir que hay muchos jovenes con ideas innovadoras. De entre los estudiantes ya formamos un grupo de cerca de 50 alambreros y eso me da muchísima satisfacción, a parte del mismo hecho de que la alambrería es hoy en día una asignatura universitaria.
Otro artísta que se dejó encantar e inspirar por el oficio de la alambrería fue el escritor Dominik Tatarka. En el archivo de la radio hemos encontrado esta grabación del aňo 1969.
Yo nací en Drieňová que forma parte de los antiguos pueblos alambreros, situada cerca de Veľké Rovné o Malá Bytča conocidos en todo el mundo gracias a este arte. Me recuerdo que la parte en la que vivían los alambreros estaba vacía durante largos períodos, había gente solo durante los inviernos. Con la llegada de la primavera todos se iban a ofrecer sus habilidades dando vueltas por el país, por Austria o Hungría. Aparte de mis obras, el fenomeno de la alambrería también está reflejado en mis primeros juegos infantiles y en mis primeros sueňos profesionales.
En los recuerdos de Dominik Tatarka se conservaron también recuerdos de la dureza de la vida llevada por los alambreros.
En mi memoria quedará para siempre el tío Rezák, un alambrero cuyo patrimonio en su vejez se redujo a una cadena de níquel, un franco suizo y dos cabras, Cilka y Rózka. Ni siquiera un reloj tenía el tío Rezák.
Alambreros-o-latoneros Máte problém s prehrávaním? Nahláste nám chybu v prehrávači.