Como ya les hemos informado en nuestros programas anteriores, el día 12 de abril tuvo lugar la gala de celebración del aniversario 25 de RSI y podemos decir que la noche salió con mucho éxito. Todala fiestafue conducida por una de las más importantes presentadoras del país, la señora Alena Heribanová, que con su presencia contribuyó de manera relevante a la atmosfera solemne de la fiesta. Puesto que la señora Heribanová durante su vida en muchas ocasiones presentó la cultura eslovaca en el mundo, igualmente como RSI, aproveché esta oportunidad y grabé una entrevista también con ella. Empecé preguntándole acerca de sus experiencias de viaje con el conjunto folclórico Technik.
Yo cuando bailaba en el conjunto folclórico vivía tiempos muy felices. Crecí en la Checoslovaquia socialista donde se pensaba que occidente era demasiado caro para nosotros, que detrás de la cortina de hierro no podíamos comprar nada. Así pues, cuando viajamos a Europa occidental solíamos comer salchichas en lata o lentejas en lata o algo similar. A pesar de todo ello, participábamos en los festivales internacionales con mucha alegría, mucho entusiasmo. Después de cada actuación recibíamos un gran aplauso y todos nos decían que teníamos un folclore estupendo y unos trajes nacionales maravillosos. En aquellos momentos empezaba a darme cuenta de que nuestra pequeña Eslovaquia tenía el potencial a imponerse en el mundo con éxito. Gracias al folclore logramos presentar nuestros valores, nuestra belleza. Ya en aquel entonces esta sensación me llenaba de mucha alegría. Nuestros directores de coro siempre nos decían que teníamos que sonreír. "Preséntense de manera alegre, hablando de sí, demostrando el talento que se esconde en ustedes. La sonrisa es la mejor vía de comunicación", decían. De esto me doy cuenta también hoy en día. Gracias al folclor aprendimos a vendernos mejor, a vender la cultura eslovaca por el mundo. Aprendimos a ser orgullosos de ser eslovacos. A pesar de no disponer de tan avanzadas tecnologías, de tan alto nivel de vida y de no tener todo tan arreglado como lo tenían en el occidente.
Usted continúa viviendo la presentación de Eslovaquia en el extranjero como la misión de su vida…
Sí, exactamente. Desde hace 5 años desempeño el cargo de directora del Instituto Eslovaco en Viena y precisamente estoy aplicando esos valores en mi trabajo. Todos nuestros eventos tienen una energía fenomenal. Decidimos concentrar nuestra atención en las generaciones más jóvenes, en transmitirles nuestra literatura, nuestro folclore, música, cinematografía y bellas artes. Nos centramos en presentar todo lo más bello de lo que podemos estar orgullosos. No hablamos de los problemas que obviamente tenemos, ello quizás durante los debates, pero en general preferimos presentar cosas positivas.
Los austríacos son nuestros vecinos, nos conocen bastante bien. ¿Es posible que durante sus eventos aún descubran algo nuevo?
Sí, sí… continúan descubriendo cosas nuevas sobre los eslovacos. Por ejemplo, descubren que algunos personajes que ellos consideraban austríacos son eslovacos. Como Lucia Popp, Edita Gruberová, Pavol Bršlík, etc. Todos estos cantantes crecieron con la música del folclore eslovaco. El hecho de que se fueron a vivir en el extranjero no significa nada anómalo. Es muy común que los cantantes de música clásica vivan en diferentes lugares del mundo. Como, por ejemplo, Plácido Domingo se fue de México. También he entendido que la iniciativa de presentar nuestro país debe salir de nosotros. No podemos esperar que alguien venga a preguntarnos sobre nuestro país. Somos nosotros los que necesitamos que ellos se interesen en conocernos. En general puedo decir que los austríacos conocen nuestra cultura bastante. Lo que desconocen es nuestra literatura. Sobre la literatura checa paradójicamente saben mucho, pero de la eslovaca casi nada. Esto significa que en este ámbito aún queda mucho por hacer. Es decir, hay que traducir más nuestra literatura, hay que presentarla más. Por ejemplo, a través de las llamadas lectura de los libros. Los austríacos las aman. En Viena hay un montón de cafeterías donde se leen libros. A los vieneses les gusta tomar un cafecito escuchando la lectura de un cuento interesante. En lo que se refiere a la música, los vieneses ya saben que cuando se presenta un artista eslovaco pueden esperar una excelente calidad, están encantados de los músicos y cantantes eslovacos. Las estadísticas dicen que con relación a los metros cuadrados de la superficie de la República Eslovaca tenemos el mayor número de artistas por metro cuadrado, en la cantidad los artistas somos un imperio. También nuestros artistas de arte plástico son muy reconocidos por los austríacos. Sin embargo, hay que ayudarles a promoverse más en las destacadas galerías del país como son el Albertinum, Leopoldsmuseum, Belvedere, etc. Los austríacos cuando ven algo de calidad, lo aceptan. Solo hay que ofrecérsela, presentársela y explicársela. Porque ellos mismos también tienen una cultura muy rica.
Entrevista con Alena Heribanová
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