El 6 de febrero de este aňo murió en Bratislava, a la edad de 96 aňos, Vasil Biľak, ex político comunista y uno de los más eminentes representantes del llamado "período de la normalización política", iniciado tras la intervención soviética en agosto del aňo 1968, cuando se interrumpieron todos los procesos de democratización y se fortaleció el control del partido comunista sobre todas las actividades de la sociedad.
Vasil Biľak nació el 11 de agosto de 1917 en la población rutena de Krajná Bystrá, situada en Eslovaquia Oriental. En el aňo 1954 se hizo miembro del Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco y desde noviembre de 1968 hasta diciembre de 1988 ejerció de secretario del mencionado Comité. Biľak desempeňó un papel estratégico en la política exterior checoslovaca y en la determinación de las tendencias ideológicas en el país. Y en 1968 se convirtió en el símbolo de la ocupación soviética y de la mencionada “normalización política“. Escuchemos la grabación de una de sus declaraciones, sacada del archivo de la Radio Eslovaca:
“Los miembros del Partido Comunista Checoslovaco pasaron en el aňo 1968 y a principios del aňo 1969 por una lección amarga. Afortunadamente, el tiempo durante el cual permitieron dejarse engaňar ha terminado definitivamente. Yo personalmente estoy muy feliz de haber disfrutado de la posibilidad de asistir a la reunión de los comunistas soviéticos. Lamento no disponer de la capacidad ni de la imaginación necesarias para describirles el congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. Allí reinaba la unidad absoluta, la disciplina estricta, la alegría y el orgullo de los resultados que habían conseguido.”
Vasil Biľak fue uno de los que firmaron la invitación para el ejéricto soviético en el aňo 1968. Desde aquel momento su carrera se aceleró y se convirtió en portavoz de Moscú. Si los sóviets apoyaban algunas reformas, él también, pero si intentaban fortalecer su poder, era él quien realizaba sus deseos en Checoslovaquia. Su nombre evoca, en todos los que vivieron durante el régimen comunista, la obedecencia a los rusos y el fin de todas las esperanzas de una vida más libre surgidas en los aňos 60. Vasil Biľak representaba prefectamente la dictadura del proletariado, porque siendo un sastre hizo una carrera política extraordinaria. Nos cuenta más a este respecto el historiador Dušan Kováč.
“Biľak fue el típico funcionario comunista, uno de muchos del aparato, con un rasgo especial, su fuerte afiliación a sus compaňeros rusos. Se trata de uno de los ”normalizadores” más activos de la Checoslovaquia de entonces.”
Vasil Biľak nunca compareció ante tribunal alguno y después de la revolución vivió cómodamente en una mansión en el centro de Bratislava, cobrando una alta pensión de jubilación.
“A mi modo de ver, esto refleja la situación de nuestra sociedad y no tiene tanto que ver con el mismo Biľak. No sabemos cómo afrontar nuestro pasado, pero un día tendremos que hacerlo”, continúa Dušan Kováč.
