Jozef Kroner, el afamado actor eslovaco, festejaría su 90 cumpleaňos

Jozef Kroner, el afamado actor eslovaco, festejaría su 90 cumpleaňos

Jozef Kroner, así se llama el actor que quizás ha sido hasta ahora el más popular de la historia del cine y teatro eslovacos. Por lo menos así se desprende de varias encuestas públicas. Por ejemplo, en la encuesta de los periodistas cinematográficos, realizada en el aňo 2000, fue proclamado como el artista del siglo XX. Nació el 20 de marzo de 1924 en una familia pobre del pueblo de Staškov, ubicado en la región de Kysuce.

De sus doce hermanos sólo sobrevivieron ocho, y no obstante, a pesar de la dureza de su vida (¿o gracias a ella?) Jozef Kroner tenía muchas ganas de disfrutar de todo lo que le venía y la gente lo conocía como un hombre alegre, modesto y abierto. Continúa la teatróloga Zuzana Bakošová Hlavenková:

“Su padre, Ľudovít Kroner fue un ferroviario, pero a la vez un gran amante del teatro. Y su hijo Jozef seguía sus huellas. Se enamoró del teatro para toda su vida y mantuvo un gran anhelo de aprender. Siempre evolucionaba. Además, era una personalidad humilde y tenía mucho respeto hacia la vida, lo cual se manifestaba de tal manera en su comportamiento, que nunca dijo a sus admiradores, o a cualquier otra persona, que no tuviera tiempo para hablar con ellos, para dedicarles su atención. Está claro que no tenía los ademanes de una estrella.” 

Jozef Kroner trabajaba como obrero y se dedicaba al teatro sólo como aficionado. Hasta que una vez lo vieron los miembros del Teatro de Cámara Eslovaco de Martin y lo invitaron a hacerse miembro de su cuerpo teatral. Así empezó su carrera artística profesional.

”Tuvo que persuadir a los habitantes de Martin de que su particular estilo de interpretar papeles teatrales encajaba en un teatro profesional. Lo consiguió, y aun más. En los escenarios interpretó varios papeles de una manera inolvidable. Entre todos ellos mencionaré a Kubo, un tonto que siempre es menospreciado por los habitantes de su pueblo. Kubo ni se da cuenta de ello, y siempre se ríe junto a los demás cuando le hacen bromas, pero al final les hace entender que de una personalidad de menos intelecto, diferente, también puede emanar mucha humanidad. Este rasgo tragicómico, unido a una vulnerabilidad muy sutil y profunda, es típico de muchos de los papeles de Kroner”, ha aňadido Zuzana Bakošová Hlavenková, diciendo que otra característica de su arte dramático, que hay que mencionar, fue su capacidad de reírse de sí mismo. En general, su talento cómico fue enorme. Los eslovacos nunca olvidarán sus papeles de cine y televisión, como fueron los de Pacho, el bandido de Hybe, Adam Krt (un campesino que pierde su vaca justo después de comprarla) o del tío Ragan (un personaje peculiar de la región de Myjava). Escuchemos ahora un fragmento de la entrevista realizada con Jozef Kroner en el aňo 1992:

”En la vida del ser humano es muy importante el encuentro: el encuentro con la esposa, con los propios hijos o con los nietos. El primer encuentro tiene un valor inmenso. Para mí, uno de mis encuentros más valiosos fue el que tuve con el actor checo Ján Werich. Cuando éramos estudiantes, viajábamos a Praga para verlo tal y como los musulmanes viajan a La Meca. Pero nos encontramos personalmente por primera vez en Cannes. En aquel entonces yo ya había conseguido mi mayor éxito, el estreno de la película Obchod na korze (La tienda en la calle mayor).”     

La mencionada película fue la primera película checoslovaca galardonada con el premio Óscar. Eso fue en el aňo 1965, pero hay que decir que aunque Jozef Kroner consiguió así la inmortalidad, también le conllevó muchos problemas. Porque cuando regresó de Nueva York, donde se celebró el estreno, tropezó con muchas envidias. Pero eso ya sería otra historia… Ahora les propongo escuchar su voz en otro de los papeles tan amados por su público, el  de lector de cuentos infantiles. No hay muchos de mi generación, y aún más viejos, que no se hayan acostado al escuchar sus lecturas.

Hemos saltado al periodo de la mayor fama de Jozef Kroner sin decir que, después de ocho aňos pasados en el teatro de Martin, en el aňo 1956 obtuvo un contrato en el Teatro Nacional Eslovaco en Bratislava. Se mudó con su familia, lo que significó que su mujer Terézia Hurbanová-Kronerová, también una actriz de éxito, perdiera sus oportunidades teatrales en Martin. Es también a ella, por lo tanto, a quien le debemos que Jozef Kroner pudiera dedicarse toda la vida al teatro. La teatróloga Zuzana Bakošová Hlavenková recuerda:

“En Bratislava,Jozef Kroner volvió a comprobar que su talento debía ser aceptado por los directores y que ese no era siempre el caso. Por ejemplo, en una pieza determinada compartía el escenario con Július Pántik y los críticos alabaron sólo a Pántik, dado que Jozef Kroner les parecía demasiado simple, humilde, ya que interpretaba su papel de una manera distinta de la habitual, nada héroicamente. No obstante, el público lo quería mucho y acabó por persuadir también a los expertos.“

El mundo del teatro y el cine tiene la mala reputación de estar llenos de envidia, y tal vez ésta fuera la razón por la que Jozef Kroner no recibió papeles dignos de su calidad en los últimos aňos de su carrera. Sufrió mucho por ello y encontró un sustituto del teatro y el cine en la pesca, sobre la que escribió varios libros. Murió el 12 de marzo del aňo 1998.

 

Mária Mangová

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