"Quizás es la única persona de mi alrededor que está en contra de mi decisión de dedicarme a la repostería porque sabe que es un trabajo difícil y no muy bien valorado... claro, lo ha vivido en sus propias carnes. Según ella, cuando yo decida abandonar este oficio, irá a la iglesia y dará 50 euros de limosna."
Además de heredar los genes pasteleros, Lucia recorrió su propio camino. Empezó con los desfiles de moda que la han llevado hasta el marketing para ver el otro lado de la pasarela, mientras tanto siguió buscando lo suyo. Un día cambió todo. Ocurrió hace tres años cuando probó unas galletas llamadas macarons que la hechizaron al primer mordisco.
"Navegando por la red me he topado con macarons, pequeños pastelitos de colores, que en aquel entonces no se conocían en nuestro país. Sentí la profunda necesidad de probarlos. Todo el mundo hablaba de lo complicado que eran pero yo decidí hacerlos con mis propias manos y tardé unos meses hasta que me salieron ricos. Desde entonces, todo ha ido muy rápido... iba mejorando la técnica y mis productos finales ganaban reconocimiento por parte de mi familia y mis conocidos."
Este dulce mágico es una galleta tradicional francesa de forma redonda hecha de clara de huevo, almendra molida, azúcar en polvo y azúcar blanco. Los macarons actuales son pastelitos hechos de dos galletas y una crema entre ambas. Se hacen de una amplia variedad de sabores, según la confitería y la época del año.
"Actualmente cuentan con una posición muy fuerte en el mercado eslovaco. Muchos eslovacos los preparan en casa, algunos triunfan, otros fracasan. Además, se han creado varios cursos de formación para pasteleros aficionados. En fin, los macarons ahora viven su época dorada pero creo que en breve empezará a bajar su popularidad."
Dentro de su dulce portfolio se encuentran varios pasteles a los que les da un toque personal. Se inspira en las tendencias actuales publicadas en la red y se deja guiar por su propia fantasía y la inquietud creativa. Después de varios intentos, siempre acierta.
"Actualmente preparo una gran variedad de productos. En primer lugar debo mencionar las tartas...nunca me pude imaginar que las iba a hacer pero al final he encontrado mi propio estilo. Las adorno, por ejemplo, con flores comestibles o con los macarons. Pero siemrpe se trata de tartas naturales que no contienen nada de mazapán... Otro pastel que hago a menudo es la tarta de queso. Además, prefiero los sabores poco tradicionales y me especializo en la producción de dulces y postres para bodas o diferentes celebraciones. En fin, hago de todo."
Hay varios criterios que tiene que cumplir un buen pastel. Uno de ellos es, sin duda, la calidad de los propios ingredientes.
"Intento que la mayor parte de productos usados sean de origen doméstico pero a veces es complicado porque las normas sanitarias establecen sus criterios de uso. No puedo usar, por ejemplo, ningún huevo de granja que no disponga de certificado de origen autorizado. es por eso que intento buscar un equilibrio entre la normativa y los productos de los pequeños proveedores de origen eslovaco. En caso de que surja un problema, sabríamos investigar de dónde viene."
Le encanta su trabajo, le apasiona. Al final, hace lo que ama y ama lo que hace. Un mantra que la ha llevado a abrir su propio negocio.
"Todo se refleja en mi trabajo. Si por la mañana llego con pocas ganas de hacer algo, los pasteles me salen fatal. Entonces, es importante mantener las ganas y el amor por lo que uno hace. Yo lo aplico en mi día a día... Soy pastelera profesional, propietaria de mi pequeña empresa. Y ya somos dos, por fin ya lo puedo revelar en público. Además, mi objetivo es formar un equipo de pasteleros creativos y yo me ocuparía de la atención al cliente y del marketing. Y uno de mis sueños, que me falta por cumplir, es tener todavía mi propio programa, en el que hablaría sobre el encanto del arte pastelero. Si lo puede hacer una chica joven, sin experiencia previa, lo consigue cualquiera."
Entrevista con Lucia Gažová
Máte problém s prehrávaním? Nahláste nám chybu v prehrávači.
