Entre las primeras aves migratorias que suelen llegar a nuestro territorio están las alondras, cuya presencia es notable desde el mes de febrero. Después, en marzo, llegan las avefrías europeas, que son pajaritos muy llamativos por su coloración blanco-negra. Y luego, en abril, culmina la principal ola de llegada de los pájaros más conocidos, como son las golondrinas y las cigüeñas.
Uno de las aves que siempre ha sido considerada de pájaro corriente es el gorrión. Y paradójicamente, según nos reveló Rudolf Jureček, el número de gorriones está descendiendo. Ver a un gorrión hoy no es más una cosa tan frecuente.
Es verdad, la población de gorriones está disminuyendo. En la parte occidental de Europa la desaparición de los gorriones ha comenzado a ser un problema serio. La Sociedad Ornitológica Real Británica incluso ha ofrecido una remuneración a los expertos que logren explicar o solucionar las causas de este misterio.
Gracias a los inviernos siempre más cálidos, una parte cada vez más numerosa de aves migratorias se queda en nuestro territorio. Son por ejemplo, las cigüeñas, los escribanos palustres o los estorninos pintos. Por eso, dando vuelta por los lagos o estanques durante el invierno podemos oír los sonidos que parecen un tractor pequeño. Cuando los ornitólogos eslovacos encuentran las cigüeñas blancas en febrero o marzo, eso significa, que estas aves se han quedado a hibernar en nuestro territorio.
Aves migratorias
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