Los eslovacos y su relación con el café

Los eslovacos y su relación con el café

Durante el socialismo no era costumbre en estos lares disfrutar de los cafés de buena calidad. La gente bebía el café frecuentemente, pero sin insistir en su buen sabor. Se tomaba el llamado café turco, es decir, agua hervida vertida sobre el café molido. ¡Pero atención! A pesar de ello se bebía un café de calidad, que contenía desde un 40 hasta un 60% de café arábico. Después de la revolución la situación empeoró notablemente. Se hizo popular el café instantáneo y el café molido se componía casi exclusivamente de robusta (este tipo de café se suele utilizar mezclando sus granos con granos arábigos para abaratar la mezcla). No obstante, en los últimos aňos también los eslovacos van explorando los sabores del buen café.

En las ciudades eslovacas van apareciendo cada vez más tiendas de café especializadas, y en las cafeterías la gente busca cada vez más la calidad. Ello va de la mano con la necesidad de los verdaderos expertos en esta bebida divina. Uno de ello es Rami Kotroch, natural de Siria, que nos va a contar sobre sus experiencias e impresiones en cuanto a la relación de los eslovacos con el café. Su eslovaco perfecto no nos dejará nada perplejos... Permitámosle primeramente que se presente un poco...

”Yo trabajé casi nueve aňos en un banco, empezando en la ventanilla, ejerciendo después de consultor financiero y también de encargado de los cursos financieros que se organizaban por todo el país. Seguramente fue un trabajo interesante, como siempreque hay que traar con la gente, pero con el correr de los aňos sentí la necesidad de cambio. Yo quise empezar con algo mío y el negocio de café fue lo único posible, dado que hacía ya aňos que me había dedicado al estudio en este ámbito. Este tema me había fascinado ni sé desde cuando, tal vez desde que había tomado esa bebida repugnante llamada tres en uno...”

Sigue la risa... que entiendan, tres en uno, así se llamaproducto compuesto del café instantáneo, la leche instantánea y el azucar. Como continua Rami Kotroch, esto es la mejor muestra de lo que no es el café. Producir un buen café es una alquimia verdadera, o una ciencia, como quieran. Lo podemos comparar con las investigaciones en la viticultura. Hablemos un rato más sobre nuestros vicios en la cultura del café.

”Desgraciadamente, en Eslovaquia la mayoría de los baristas todavía no saben cómo preparar un café bueno. Las máquinas que tienen no están calibradas adecuadamente y no conocen algunas reglas básicas, como por ejemplo que el café debe ser preparado en máximo 25 segundos, dado que después se emiten las materias nocivas. Una de las peores costumbres en estos lares, a mi modo de ver, son los cafés instantáneos ya mencionados y también la costumbre de beber el café, preparado con mucha agua, con leche fría. Esta combinación se llama espresso con leche, pero es más bien el café americano.”

Parece que este tema no vaya a servir de buena publicidad de nuestro país, porque demuestra que los eslovacos son unos consumidores poco exigentes y que les cuesta mucho reclamar la calidad de los alimentos y otros tipos de productos. Por ejemplo, se han habituado rápidamente a beber el café sin cafeína sin saber que a los granos se les quita la cafeína químicamente, lo que hace de esta bebida algo nocivo para la salud.

”Hay que mencionar que la tradición de la cultura del café había existido en la primera República Checoslovaca, hasta que fue interrumpida con el cambio políticodel aňo 1948. Los ancianos, sobre todo de Bratislava, se acordarán seguramente de la venta del café verde, el cual se tostaba en casa. En aquel entonces la mayoría de los hogares poseía el tostador de café pequeňo. Después del aňo 1948 fueron liquidadas todas las compaňías tostadoras, que se habían hallado casi en cada ciudad eslovaca.”

En el aňo 2006 fue fundada la primera compaňía tostadora de café gourmet en Eslovaquia. Su fundador, Marek Hudáček, recuerda sus principios .....

”Cuando empecé con el negocio, en nuestras tiendas casi no era posible comprar el café en grano. La gente había tirado sus molinos y no tenían experiencia con el buen café. Pero paso a paso han sido fundadas nuevas y nuevas microcompaňías tostadoras y su calidad sube cada aňo. No tenemos que avergonzarnos de sus productos, todo lo contrario. También los clientes, sobre todo los jóvenes, cada vez vienen más a menudo pidiendo el café de calidad. Son más exigentes, buscan nuevas especies de café o el café recién molido.”

Según otro tostador, Peter Ondrejka, podemos comparar el café con el vino. “Hace veinte aňos distinguimos el vino tinto y blanco, ahora nos interesa la variedad y el origen de la uva, etc. Y lo mismo pasa con el café. Enseňamos a la gente que el café puede tener otros sabores que el amargo, al cual estábamos acostumbrados durante cuarenta aňos de socialismo, cuando se importaba sólo el café de Vietnam“, dice. Y la información final que demuestra que los eslovacos de verdad van descubriendo la verdadera magia del café. Dos eslovacos, Marek Fajčík y Roman Krajniak, lograron el aňo en curso un gran éxito, cuando en una competición internacional en los EE UU sus tres cafés se ubicaron entre los diez mejores cafés europeos. Esas tres mezclas suyas alcanzaron 90 puntos de cien en total. Y vencieron también a las marcas italianas más famosas. Su mejor mezcla de café se llama Ebenica. Si algún día llega también a su mesa les deseamos buen provecho!

Mária Mangová

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