La Primera República Checoslovaca y su influencia sobre la política actual

La Primera República Checoslovaca y su influencia sobre la política actual

Pensando qué programa iba a preparar para el 95 aniversario del surgimiento de la Primera República Checoslovaca (28. 10. 1918), inmediatamente me vino la idea de abordar a Milan Zemko, historiador y especialista en este periodo histórico. No obstante, el destino lo decidió de otra manera, ya que Milan Zemko murió inesperadamente el 13 de septiembre de este aňo.

Por ello, he sacado del archivo de la Radio Eslovaca la entrevista que se grabó con él  el 6 de septiembre, unos días antes de su muerte. Así que en los próximos minutos les presentaremos no sólo al seňor Zemko, sino también el período legendario de la Primera República.

”Me hice historiador por una razón muy simple: crecí en un ambiente familiar donde se hablaba mucho sobre política, sociedad e historia. Mi padre compraba libros de historia y a mí me parecía muy aventurero. Además, mis compaňeros de clase se interesaban también por la historia; así pues, mi elección fue algo natural. En la universidad estudié historia y filosofía y al acabar los estudios me especialicé en la historia de filosofía. Sin embargo, después de la ocupación de 1968, cuando se fortaleció mucho la presión por parte del partido gobernante, lo abandoné y me concentré en la historia. La primera república checoslovaca atrajo mi atención particularmente después de la revolución de terciopelo, ya que sentí que con los procesos de democratización de la sociedad se reanimaba también el patrimonio de aquel período entre dos guerras mundiales. Nada se repite al 100%, pero en los primeros aňos después de la revolución la escena política se inspiró mucho en la tradición política checa, y en especial en el sistema de partidos de entreguerras.”

Como continúa Milan Zemko, a pesar de que conocer la Primera República Checoslovaca le parece muy importante para entender nuestra sociedad contemporánea, su tema favorito es otro: el concepto eslovaco de la política exterior. A su decir, ese es nuestro punto débil y se debe a que siempre fuimos una provincia. ”Nuestra política exterior no se desarrollaba, sólo copiaba la línea de potencias mundiales, fuera el Imperio Austro-Húngaro, Rusia o los EE UU. Nunca hemos tenido la oportunidad de crear nuestra propia política exterior”, apostilla Zemko. ¿Y cómo ve la política actual?

”Me parece que los checos y los eslovacos se van diferenciando cada vez más. En Chequia hay una variedad de partidos políticos, mientras que en Eslovaquia se fortalece un partido gobernante y los demás le asisten. A mi modo de ver, se trata de una alusión a la cultura política del Imperio Húngaro. Otra cosa que observo en la sociedad contemporánea, y me refiero a la sociedad en general, no sólo a la política, es que los eslovacos a menudo comparten opiniones populares repentinas sin hacer el esfuerzo de enterarse más del asunto. A mí me encanta disfrazar estos mitos que dividen las personalidades y también los hechos en blanco y negros. Por ejemplo, el presidente de la Primera República Checoslovaca, Tomáš Garrigue Masaryk. En mi juventud no se consideraba digno de interés, y sólo se conocía como una personalidad de impacto negativo en nuestra historia. Después de la revolución, bien al contrario, Masaryk empezó a ser adorado casi como un semidiós. Además, en cuanto a  su personalidad, es interesante que el culto que veneraba su figura se inició ya durante su vida. No he encontrado algo parecido en la historia moderna.”

Como sigue contando Milan Zemko, ese culto culminó en el aňo 1930, durante la fiesta del 80 aniversario de Masaryk, cuando fueron aprobadas dos leyes: según la primera, el surgimiento del estado independiente había sido mérito suyo y, de acuerdo con la segunda ley, el parlamento le otorgó un paquete de finanzas para fortalecer aún más su imagen de salvador. Muchas calles, instituciones, etc., recibieron su nombre todavía durante su vida, que es algo único en el contexto europeo. Charlemos, pues, un poco más sobre la Primera República Checoslovaca… ¿Qué  aspectos positivos le debemos a aquel período de nuestra historia?

”En primer lugar, he de destacar que los eslovacos se liberaron de la llamada pirámide húngara; o sea, de la sociedad de castas del Imperio Húngaro, en la cual no habíamos podido desarrollarnos. Además, con la Primera República Checoslovaca vivimos por primera vez en estos lares en una sociedad civil y democrática, aunque con varios puntos débiles. No podemos olvidar que en este período se inició la creación del sistema de enseňanza eslovaco, un paso muy importante para la emancipación de la nación eslovaca, a pesar de que todo el proceso estuvo cargado de checoslovaquismo (me refiero a que la mayoría de los maestros y profesores fueron checos y que la cultura checa dominaba también en Eslovaquia). Los que critican aquel periodo seguramente también tienen razón en varios aspectos , sobre todo en cuanto al ámbito económico. Es que casi toda la producción se concentró en Chequia y en nuestra parte del país subió mucho el paro, por lo cual la gente tuvo que emigrar en masa.”

Aňado que Eslovaquia había sido la parte más rica del Imperio Húngaro (aunque todavía mucho menos desarrollada que Chequia) y que se recuperó sólo parcialmente de las pérdidas económicas durante la Primera República Checoslovaca hasta que llegó la amenaza del surgimiento de la Segunda Guerra Mundial, cuando los checos, por cautela, empezaron a construir sus fábricas también en nuestro territorio. Sirva de buen ejemplo de la diferencia económica enorme entre la parte checa y eslovaca que en Eslovaquia en 1920 había sólo 140 coches,  lo que representaba un 2% de todo el estado. Escuchemos finalmente qué piensa Milan Zemko sobre cómo se manifiesta el carácter de la nación eslovaca en nuestra escena política actual.   

”Históricamente somos una nación de siervos y esta actitud se ha mantenido mucho en nuestra actuación. Siempre esperamos qué van a hacer ”los de arriba”, qué es lo que deciden. De vez en cuando nos enfadamos, cuando su política nos parece ya demasiado sucia, sin embargo sólo hacemos un pequeňo alboroto y en breve tiempo todo está olvidado. Los eslovacos son lo que yo llamo ”corredores de corta distancia”. Sabemos cómo iniciar las cosas, pero no tanto cómo acabarlas. Esto permite que la gente poderosa nos controle y nos manipule. A pesar de lo dicho, no soy escéptico. Pienso que como nación tenemos la capacidad de movilizar nuestras fuerzas para no ser sólo la víctima de los grandes. Para ello es imprescindible buscar aliados entre otros países de Europa Central. Y una cosa más: los eslovacos tenemos que aprender a apoyar a las personalidades fuertes y extraordinarias, a ofrecerles el espacio para que desarrollen su potencial, en vez de inhibirlas.”  

 

Mária Mangová

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