En noviembre del aňo pasado puse en marcha una serie de entrevistas relacionadas con el tema de la emigración de los eslovacos a Argentina durante la primera mitad del siglo XX. He descubierto varias historias interesantes y poco a poco he llegado a crearme una imagen más detallada y real de la situación, es decir de la motivación, del viaje y de la adaptación de las personas que decidieron emigrar en los tiempos postbélicos. No quiero repetirme, pero siempre debo destacar que estas historias han suscitado en mi un gran reconocimiento, incluso admiración. La decisión de emigrar siempre conlleva dificultades y exige mucho corraje. Pero emigrar hoy, con skype, con internet, con telefonos moviles etc. no es igual a lo que fue emigrar hace cien aňos.
Estas anécdotas, deberíamos continuar buscandolas y conservandolas como tesoro, puesto que constituyen preciados testimonios de nuestra historia. Así que si me escucha alguien que este dispuesto a compartir con nosotros parte de su historia familiar – eslovaco argentina, basta con que me escriba al correo electronico hudzovicova@slovakradio.sk.
En mis programas anteriores, a parte de las historias personales, les brindé mi entrevista a Ján Botík, autor del libro bilingue Los eslovacos en Chaco argentino, publicado en 2002. Hoy les brindo la tercera y ultima parte de esta charla que se centra en la realidad de las comunidades eslovacas.
En la actualidad la comunidad de los inmigrantes se ha convertido en la comunidad de sus descendientes. Estos no esperan más de ser buscados o descubiertos por los periodistas, escritores o investigadores, sino empiezan a investigar ellos mismos, empiezan a buscar sus raíces, sus familiares, componen sus arboles genealogicos. Creo que este es el mejor camino para llegar a obtener una información más objetiva, más autentica sobre la emigración de los eslovacos a Argentina. Ni el mejor experto en este campo puede brindar un testimonio tan valioso, ni tan verdadero como lo pueden hacer estos descendientes. Nosotros desde afuera podemos recopilar información general, mientras que ellos hablan de sí mismos. Por eso su testimonio tiene tanto valor.
La primera generación mantenía un contacto bastante intenso con sus familiares en Eslovaquia, por supuesto por correo postal. Cuando ésta desapareció, también fueron desapareciendo sus parientes en Eslovaquia.
Puesto que la segunda generación no conocía a sus parientes eslovacos los contactos iban perdíiendo intensidad e incluso, desaparecían. En la actualidad vive la tercera o cuarta generación que, a parte de algunas excepciones, no habla el idioma eslovaco. En todo caso, el idioma no debería representar una barrera. Existen varias asociaciones que ofrecen apoyo a los que quieren desempolvar sus raíces eslovacas. Además, en Buenos Aires tenemos al consul honorario Eduardo Kabát que también siendo descendiente de eslovacos se interesa en las relaciones eslovaco-argentinas. En Eslovaquia tenemos la Oficina para los eslovacos residentes en el extranjero que además de prestar información acerca de las posibilidades de viaje a Eslovaquia o a Argentina, informan sobre los intercambios culturales, sobre la posibilidad de establecer contacto con los familiares o sobre proyectos a traves de los cuales es posible recibir medios financieros. Lo más importante es tener interés.
Durante los tiempos del viejo regimen socialista los descendientes de eslovacos en Argentina tenían la posibilidad de venir a Eslovaquia para ver la Spartakiáda que fue una famosa celebración de deporte masivo y que se organizaba cada 5 aňos en todas las ciudades del país.
Yo sé que esta oportunidad la aprovecharon algunos miembros sobre todo de la segunda generación. Estas personas cuando llegaron a la edad de 50 aňos – es la edad que considero un periodo de un sentimiento de autoreflexión más intenso – a menudo decidían venir a visitar a sus parientes que viven en Eslovaquia. En aquel periodo yo también recibí a mis familiares desde Argentina. El aňo pasado en el marco de un proyecto de investigación vino a Eslovaquia un grupo de cerca de 30 personas – siempre descendientes de Eslovacos. Gracias a Dios ahora tenemos el internet que también podría ayudarles a entrar en contacto con nuestro país y con sus parientes.
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