A menudo les informamos de que la época prenavideña en Eslovaquia suele estar acompañada de compras, limpieza general de la casa, preparación de varios dulces y pasteles tradicionales y por la noche se asiste a un concierto de Adviento y luego se reúnen los amigos entre sí en un mercadillo de Navidad en el que se suelen aprovechar varias oportunidades de beneficencia. Sin embargo, los eslovacos suelen preparase para la Navidad también desde el punto de vista espiritual. Nos ayudan a esto varias congregaciones católicas, que suelen dar vuelta por el país ofreciendo la posibilidad de participar en las llamadas “Misiones populares prenavideñas.
También en la época prenavideña de este año, los misioneros de la Sociedad Misionera de San Vicente de Paúl realizan misiones populares. Nuestro joven redactor Benjamín Košík se interesó por saber qué ciudades y pueblos visitó el padre Pavol Noga, que trabaja en la iglesia de Santa Isabel en Banská Bystrica.
En esta época prenavideña acabamos de terminar las misiones en Červený Kláštor y Lechnica, que es, para quienes no lo sepan, el lugar donde actuó el famoso monje volador Cyprián, pero, hace poco hemos vuelto de las misiones populares en Estados Unidos. Estuvimos unas casi tres semanas en Chicago, entre eslovacos estadounidenses. Antes, en octubre, hicimos misiones en Košice, en la parroquia de Santa Rita, con los hermanos agustinos. Todavía nos queda por delante una misión en Okoličné, cerca de Liptovský Mikuláš, antes de que termine el año, así que realmente hay mucho que hacer.
Padre Pavol, ¿cuál es realmente el objetivo de las misiones populares?
El objetivo es que las personas puedan experimentar más profundamente el encuentro con Dios a través de diversas catequesis, confesiones generales, encuentros con jóvenes, en escuelas, con niños... Así que es realmente un fuerte retorno al Señor, a un encuentro personal. La gente puede experimentar de nuevo y plenamente lo maravilloso y poderoso que es Dios, los milagros que experimentamos en las misiones populares siguen funcionando, siguen sucediendo. Así que para mí es realmente una experiencia maravillosa ver cómo actúa Dios.
¿Por qué se llaman misiones populares?
Porque no todo el mundo puede ir a unos ejercicios espirituales, dejarlo todo durante una semana o dos. Pero precisamente eso es lo que hacemos nosotros como misioneros: visitamos a personas que viven en parroquias concretas, con trabajos concretos, para que de esta manera se paren un momento, encuentren tiempo para el Señor y, de alguna manera, hagamos para ellos estos ejercicios espirituales en su parroquia. Así que lo que les pedimos es que dediquen un poco más de tiempo a Dios. El Señor quiere tiempo y luego lo compensará, como se dice, cien veces más.
¿En qué se diferencian las misiones, precisamente en Adviento, antes de Navidad?
Todo este tiempo del Adviento es un tiempo de espera, de cercanía. La gente está más sensible, más receptiva a hacer el bien.
¿Ha mencionado misiones en América, en EE. UU., en qué se diferenciaban de las misiones en Eslovaquia?
En cuanto a las misiones en Chicago, hay una comunidad eslovaca muy grande allí. Dado que antes había muchas parroquias eslovacas en Chicago, pero ahora se ha reducido su presencia a la Misión Católica Eslovaca, nos pidieron que lleváramos a cabo estas misiones populares allí. La particularidad de estas misiones es que eran más largas que las misiones clásicas, ya que la gente está dispersa por todo Chicago y sería muy complicado que participaran todos los días, al poder hacerlo principalmente los fines de semana. Otra particularidad es que allí la gente se da cuenta, en el extranjero, de su proximidad cultural. Allí descubren sus raíces y en medio de ese mundo multicultural descubren también su originalidad eslovaca, su espiritualidad eslovaca. De hecho, las misiones en Chicago se llevaron a cabo bajo el lema “consérvanos, Señor, la herencia de nuestros padres”. Estar orgullosos de ser quienes somos y de que, si no fuera por la fe que nos sostiene, probablemente no existiríamos.