Los que han pasado por el proceso de construcción de su casa podrán confirmar que esta es una de las experiencias más importantes de su vida y en la mayoría de los casos seguramente se trata de un acontecimiento inolvidable. Y por eso en el pasado la construcción de la casa estuvo relacionada con diversas tradiciones. Su objetivo común era la protección frente a las fuerzas destructivas, los incendios, las inundaciones, etc. y garantizar una vida feliz dentro de la casa. Para conocer un poco más las tradiciones eslovacas relacionadas con la construcción de viviendas entrevistamos a la etnóloga Iveta Zuskinová.
La construcción de la casa desde siempre ha sido un acontecimiento muy importante. Creo que las familias de hoy también suelen dar mucha importancia a los preparativos, a los planes, a los mismos trabajos y luego muy emocionados paulatinamente esperan los resultados. Sin embargo, en el pasado construir una casa no era tan fácil como lo es hoy. No había muchas empresas, materiales, ni herramientas... La mayor parte de las casas en nuestro país fueron construidas de madera. Y como la preparación de tanta madera exigía mucho tiempo, la gente vivía esta fase preparatoria que antecedía a la fase de construcción con más intensidad. Primero había que buscar la madera directamente en el bosque, luego había que comprarla y posteriormente tallarla. Para construir las casas se usaban preferentemente la picea, puesto que se decía que los abetos atraían los rayos.
Muy importante era también el lugar de la construcción, verdad?
Aunque en el pasado no había muchos arquitectos en los pueblos, ni tampoco existía una entidad de planificación urbanística, mirando los mapas antiguos vemos que había un orden perfecto en la edificación de los pueblos y ciudades. La gente estaba obligada a adaptarse y a respetar los requisitos y normativas establecidos por la alcaldía. Por ejemplo en Vavrišovo, donde las viviendas fueron construidas una al lado de la otra, formando una cadena homogénea, todas tenían patios iguales, y si la cadena era doble o triple, solo el primero de la fila disfrutaba de la vista a la calle. De verdad, en el pasado la gente respetaba las normas mucho más que hoy. No se podía construir la casa en cualquier lugar, o aislada o sobre un terreno agrario, como ocurre en la actualidad. En el pasado ni siquiera se admitía construir una casa en una zona de cultivo de cereales o de patatas, incluso fuera del pueblo.
Sí, la gente era mucho más disciplinada. Y en lo que se refiere a las tradiciones... nos podría contar algunas?
Tras la terminación de los cimientos de la casa se celebraba el llamado "základovô" y al lado de la construcción se colocaban ramitas de amentos de sauce o de otros árboles bendecidas con agua bendita. Había una ceremonia durante la cual se rezaba y se pronunciaban varias fórmulas mágicas para que la construcción y luego también la casa estuviera protegida de los incendios. Se decía: mejor que se pudra antes que se incendie... puesto que sustituir la madera podrida no era tan difícil como reconstruir una casa quemada. Los artesanos y los albañiles de aquel entonces, que en Liptov se llamaban "crmománi" eran muy diestros. Todo se tenía que construir rigurosamente según las normas y además, se construía a gran velocidad. En la mayoría de los casos las casas se construían entre los períodos de labores agrarias. Entonces, la construcción tenía que ser terminada antes de que empezaran las labores en el campo. Por eso solían ser involucrados en ella todos los miembros de la familia. No existía la opción de construir una casa durante 2 o 3 años, como ocurre hoy en día. Cuando se terminaba la estructura de la casa, es decir, cuando ya tenía el techo, pero aún faltaba el revoque en las paredes, en ese momento se celebraba otro ritual de bendición en el que se ponía al lado de la casa una corona de ramitas verdes adornada con varias cintas de colores que se llamaba "májka" o "glajcha".
Creo que esta es una de las tradiciones que llegó a conservarse hasta hoy día.
Durante esta ceremonia, además de las bendiciones, solía tomarse también una copita de aguardiente. Todo esto para que se viviera bien en esa casa. Y luego se seguía construyendo. Otra tradición muy interesante era, antes de empezar a vivir en la casa, dejar entrar en la casa a un perro y una gata y se observaba donde estos se tendían. Se decía que había que poner la cama en el lugar donde se tendía el perro. Pero claro, a veces los espacios eran pequeños y estaba todo tan bien calculado que no era posible guiarse por esas supersticiones. Además, por razón práctica las camas normalmente se colocaban a lo largo de las paredes. Sin embargo, podemos resumir todas estas tradiciones constatando que la gente se empeñaba mucho en llegar a sentirse bien en su casa y en vivir una vida tranquila.
La señora Andrea de Košťany nad Turcom, oyente de Rádio Regina, decidió compartir con nosotros una de sus experiencias bastante recientes, y eso, para confirmar que las tradiciones relacionadas con la construcción de la casa se han conservado hasta hoy día.
Yo nací y crecí en la ciudad de Kremnica. Cuando me casé mi esposo y yo decidimos construir una casa en el pueblo de Košťany nad Turcom. Hasta aquel entonces todo lo que tenía que ver con la construcción era desconocido para mí. Cuando me decían que había que poner la "glajcha", tenían que explicarme que se trataba del arbolito adornado que se exponía delante de las primeras paredes construidas para garantizar la protección de la casa y del resto de la construcción. Otra vez los albañiles buscaban al amo de la casa y como que mi esposo no estaba allí me buscaban a mí. Y cuando aparecí debajo de ellos, puesto que estaban en el techo, vertieron encima de mí un cubo de agua y luego me explicaron que esa es una tradición relacionada con la terminación de la primera pared. Otra vez me gritaron: Señora, la argamasa se está endureciendo! Yo, asustada, me dije: Dios mío! Que haré con una cantidad tan grande de la argamasa endurecida? Y mi cuñado me dijo: Aprende, cuñada, esta frase significa que hay que verter algo, pero no el agua en la argamasa, sino el aguardiente en las copitas! Para mi esta construcción fue una verdadera escuela de la vida.
Tradiciones Construcción Casa
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