La gran empresa metalúrgica de Košice, que en este momento está en manos de la norteamericana U.S.Steel, podría cambiar de manos a no mucho tardar. De hecho, hace tiempo que la dirección de la empresa americana, que en estos momentos da ocupación a más de 10.000 personas de forma directa, e indirecta a otros dos mil, está planteándose una salida de nuestro país. Una de las razones son los problemas económicos que comportan las exportaciones a Europa de acero chino barato. Y la otra, la elección del nuevo presidente de los EE.UU, Donad Trump. Éste intenta atraer de vuelta, con beneficios fiscales, a las empresas americanas. De hecho, muchos economistas piensan que la política de Trump de poner trabas a las exportaciones a los EE.UU puede comportar importantes problemas a las inversiones americanas en el continente europeo. Además, Trump quiere que las empresas vuelvan y que den ocupación en el país. Y para realizar estas inversiones en su país, nada mejor como obtener la liquidez necesaria vendiendo sus activos y actividades en el extranjero. "Con Trump en la Casa Blanca, aumenta, en el caso de U.S. Steel Košice, la posibilidad de venta de la empresa a otro propietario. La empresa matriz americana quiere dedicarse especialmente al mercado interno", explicaba Boris Tomčiak, economista de Finlord. De hecho, ya durante el otoño pasado los propietarios mantuvieron reuniones con el objetivo de venderla. Con todo, el precio fue excesivo para los interesados chinos, checos o rusos, que aludían a los bajos precios del acero, para no pagar el precio solicitado por los americanos. Posteriormente, y tras los aranceles impuestos por Bruselas al acero chino, el precio podría volver a crecer. En septiembre del pasado año la agencia Bloomberg informaba que el precio actual de U.S. Steel Košice podría estar alrededor de los 800 o 900 millones de dólares. Muchas empresas americanas construyeron sociedades en el extranjero, con lo que se perdieron en el país puestos de trabajo. Ahora Trump ha prometido reducir el impuesto de empresas del 35 al 15 %, y eliminar las trabas burocráticas para las sociedades del país. En cambio aquellas empresas que quieran permanecer en el extranjero serán cargadas con un 41 % de impuestos. Por eso, esas sanciones por parte de su gobierno pueden convertirse en factor clave, con las que según explicaba Tomčiak, algunas empresas pueden decidir su vuelta a los EE.UU. Con todo, si bien para U.S. Steel Košice las políticas de Trump pueden tener importantes consecuencias, no será así para Eslovaquia, ya que el desarrollo de su economía está más ligado al de Europa Occidental. Y este, tal y como recordaba Tomčiak, es bueno, y por ello en el año 2017 Eslovaquia debería señalar un importante crecimiento económico.
Fuente: PRAVDA