El primer "thriller" político en la historia del cine moderno eslovaco fue estrenado el miércoles pasado en Bratislava. El tema principal de la película, cuyo guión y dirección estuvo a cago de Mariana Čengel Solčanská, cuenta la historia del secuestro del hijo del presidente eslovaco y la conexión entre la mafia, la policía secreta y los representantes del poder a mediados de los años noventa. "No se trata de la reconstrucción de hechos ocurridos en el pasado, es más bien una película artística. Parte del guión fue inventada pero también hay escenas que recuerdan algunos acontecimientos reales", aseveró el productor, Milan Stráňava. La creación de la película tardó unos siete años y costó aproximadamente 1.350.000 euros. En la financiación de esta participó el Fondo Audiovisual, Radio y Televisión de Eslovaquia y diferentes donantes del sector privado.
Al estreno asistieron varias personalidades de la vida política y social de nuestro país. "Es una película muy triste y lo peor es que está basada en la realidad", afirmó el jefe de Estado, Andrej Kiska, que acudió al estreno junto a su hija, Natália. Por otro lado, el ministro de Cultura, Marek Maďarič, evaluó la película como una historia fuerte y muy bien hecha a nivel profesional. "Viví en aquella época y percibía muy bien los hechos que ocurrían en aquel entonces, y ahora me confrontaba con ellos en mi interior", dijo Maďarič.
Michal Kováč, fue secuestrado en 1995 durante 176 días supuestamente por los servicios secretos de nuestro país, controlados por el entonces primer ministro, Vladimír Mečiar, para desacreditar a su padre que ejercía el cargo del primer jefe de Estado de Eslovaquia, Michal Kováč. El secuestro nunca llegó a ser investigado por completo porque Mečiar proclamó una amnistía de todos los delitos relacionados con lo sucedido y el caso se cerró con la llamada "amnistía de Mečiar" que se está debatiendo en el Parlamento en la actualidad con el objetivo de anularla.
