Nace un grupo de trabajo contra los estándares de doble calidad de los alimentos

La semana pasada se decidió en Bratislava, tras la reunión mantenida por la ministra de Agricultura, Gabriela Matečna, y la eurocomisaria Věra Jourová, la creación de un grupo de trabajo que afrontase la resolución del problema relativo a los estándares de doble calidad de los alimentos, en el que estarán representados aquellos países que se han visto implicados en esta práctica. Este grupo de trabajo, además de aconsejar a la Eurocomisaria para la defensa del consumidor, la checa Věra Jourová, pretende estudiar en profundidad esta problemática. Otra de las decisiones que se tomó durante el encuentro fue la creación de una página web dirigida a los consumidores en general, en la que estos pueden buscar toda la información disponible sobre la doble calidad de los alimentos. La ministra hizo hincapié en el hecho de que si un alimento tiene el mismo envoltorio, pero su contenido es diferente, o incluso lo es su peso, nos encontramos ante una discriminación para el consumidor del mismo. Nuestro objetivo, indicaba Matečna "es que estos alimentos estén convenientemente señalados e, incluso, que tengan un envoltorio diferente". Jourová sin embargo indicó que a su entender, esta diferencia de envoltorios sería "la segunda mejor solución", considerando como objetivo ideal que los fabricantes y vendedores de estos productos de doble calidad reconociesen que los consumidores de estos países, entre los cuales la República Eslovaca, se merecen una mejor calidad en sus productos y empezasen a servir lo mismo que se ofrece en otros países. Esto sería, recalcó, "la solución ideal". A decir de Journová los órganos de inspección comercial de los países afectados deberían encargarse de impedir estos estándares de doble calidad en los mismos. Con todo, afirmaba que no puede imaginarse una legislación común europea sobre el tema, ya que este problema no afecta a todos los países de la Unión Europea. Aunque, de hecho, resaltaba que Europa ya dispone de una legislación sobre consumo que es capaz de imposibilitar las prácticas comerciales y la propaganda engañosas. Solo es necesario, completaba, "hacerla cumplir en la práctica". Por último, Matečna, resaltaba especialmente que toda esta problemática de los dobles estándares de calidad no afecta, en ningún caso, a alimentos que puedan resultar perjudiciales para la salud del consumidor.