El NBS calcula que varios miles de eslovacos podrían regresar al país en los próximos dos años

El NBS calcula que varios miles de eslovacos podrían regresar al país en los próximos dos años

El Banco Nacional de Eslovaquia (NBS por sus siglas en eslovaco) estima que en los próximos dos años el número de eslovacos que trabajan en el extranjero descenderá en alrededor de 12 mil personas, y que en ello influirá en gran medida la salida del Reino Unido de la UE.

A pesar de que los líderes de la UE el pasado sábado en la cumbre de Bruselas acordaron que una de las prioridades de las negociaciones del Brexit sería la protección de sus ciudadanos que viven en las islas, los británicos ya están haciendo todo lo posible para que la cantidad de extranjeros disminuya. Precisamente el temor a los inmigrantes fue una razón importante para que los británicos en el referéndum optaran por la secesión.

En la actualidad, los extranjeros que llegan al país están obligados a rellenar un cuestionario de varias páginas, pagar diversas tasas e incluso el gobierno británico está considerando la posibilidad de reducir los beneficios sociales de los inmigrantes e imponer un impuesto adicional a las empresas por cada extranjero que tenga en plantilla.

Esto ocurre en momentos en que el empleo crece en Eslovaquia y es posible encontrar puestos de trabajo bien pagados. "Estimamos que entre el primer trimestre de 2017 y el cuarto trimestre de 2019, la evolución favorable de nuestro mercado laboral haga posible que el número de eslovacos que trabajan en el extranjero disminuya en unas 12 mil personas. Nuestras previsiones se basan en que el número de compatriotas que vuelve a casa es mayor, en tanto que se reduce la cantidad de personas que emigra de Eslovaquia", asevera Martina Solčányova, portavoz del NBS, añadiendo que se trata principalmente del Reino Unido.

Aunque los salarios en Eslovaquia, en comparación con Gran Bretaña, son aproximadamente dos o tres veces más bajos, los costos en las islas siguen siendo superiores.

Los eslovacos se trasladan al extranjero principalmente por razones económicas, cuando en nuestro país no puede encontrar un trabajo adecuado o perciben un salario bajo, pero regresan al cabo de cierto tiempo atraídos por vínculos familiares y un entorno que conocen bien.

El analista del banco británico Barclays Philips Gudin afirma que la inmigración es un aspecto clave en el crecimiento económico de Gran Bretaña y, tras el Brexit, algunos sectores de la economía no muy bien remunerados, como son la construcción, la industria alimentaria o el sector de limpieza podrían verse seriamente afectados. El freno a la inmigración podría poner en riesgo estos gremios, ya que los británicos a decir de algunos economistas no están interesados en realizar este tipo de trabajo.

El Reino Unido, acuerde con estimaciones de su Ministerio de Finanzas, podría perder en dios años cerca de medio millón de puestos de trabajo.

José Portuondo Foto: TASR

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