La importancia de la creación de Checoslovaquia perdura hasta hoy en día, asevera Kiska

Durante el pasado fin de semana conmemoramos en nuestro país el 99 aniversario de la creación del primer Estado común de checos y eslovacos. Tal y como ya lo habíamos informado, el día 28 de octubre sigue siendo una fecha conmemorativa en Eslovaquia, en tanto que en la República Checa es día de fiesta nacional. A pesar de esta diferencia, la importancia de la creación de Checoslovaquia en el año 1918 perdura hasta hoy en día. En este tono se expresó el presidente de la República Eslovaca Andrej Kiska en su reciente declaración, que además aparece publicada en una de sus cuentas en las redes sociales. A decir de Kiska, la fundación de Checoslovaquia no fue un invento de las potencias vencedoras, sino el resultado del gran esfuerzo y empeño de los líderes de las naciones, checa y eslovaca, tanto en el territorio de la futura república como en el extranjero. Según el presidente, con el surgimiento de Checoslovaquia se cumplió el sueño de nuestros antepasados en su lucha por la libertad y la independencia. Andrej Kiska ha destacado además, que en el contexto de la creación de Checoslovaquia, jugaron el papel más importante Tomáš Garrigue Masaryk, Milan Rastislav Štefánik, Edvard Beneš y, posteriormente, Vavro Šrobár y Milan Hodža. En opinión de Kiska, gracias a la creación del nuevo Estado común, quedaron definidas claramente las fronteras, tanto de Eslovaquia como de todo el país. "El surgimiento del nuevo Estado sirvió para la construción de las instituciones políticas, educativas y culturales y el desarrollo de la sociedad civil", añadió. El Jefe de Estado aprovechó esta ocasión para resaltar la marca Checoslovaquia, que logró ganarse un destacado reconocimiento internacional y, en aquel entonces, se convirtió en el centro de la democracia en Europa central. Tal y como concluye Kiska en la declaración, el primer Estado común checoslovaco aportó dos cosas fundamentales: la libertad y la democracia. Tal día como hoy, pero del año 1918, el Consejo Nacional Eslovaco adoptó la llamada Declaración de la Nación Eslovaca, expresando así la voluntad de los eslovacos y de todas las corrientes políticas del país de crear la República Checoslovaca.