El pasado martes se conmemoró el 25 aniversario de la muerte trágica del político eslovaco Alexander Dubček, destacada personalidad de la historia moderna eslovaca y un gran luchador por la libertad, cuyo nombre resuena, ante todo, en relación con la Primavera de Praga de 1968. Alexander Dubček dejó a la humanidad el mensaje de su sueño sobre "el socialismo con rostro humano" y el escritor checo Bohumil Hrabal lo calificó como "el primer comunista noble". Dubček nació en 1921 en la población de Uhrovec. En 1939 entró al entonces clandestino Partido Comunista, y se unió a la resistencia eslovaca en la lucha contra la ocupación alemana. Tras finalizada la guerra inició sus estudios de Derecho. Su carrera política comenzó en 1963, fecha en la que fue elegido como primer secretario del Partido Comunista Checoslovaco que se había convertido en el principal promotor de las reformas llevadas a cabo en Checoslovaquia durante la Primavera de Praga, en 1968. A comienzos de los años 60 se incorporaron al Partido Comunista varias personas de ideología reformista, partidarios de mantener el sistema socialista pero con un rostro humano, lo que significaba democratizarlo y limpiarlo de sus adherencias soviéticas. Entre las propuestas destacaba una cierta liberación económica, la creación de un sistema pluripartidista y el socialismo en su plataforma ideológica, es decir, el desarrollo de una democracia socialista garante de autonomía e independencia de los sindicatos, del reconocimiento del derecho de huelga y la igualdad entre checos y eslovacos. En el ámbito cultural y religioso promulgaba la libertad de culto, la creación artística y la investigación científica. Después de la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia, en agosto del 1968, el proceso democratizador que Alexander Dubček había impulsado quedó interrumpido. En abril de 1969 Dubček fue destituido de su cargo y, posteriormente, fue nombrado embajador en Turquía. Tras la Revolución de Terciopelo en 1989 volvió a ejercer su carrera política y ocupó el cargo de presidente del Parlamento checoslovaco.
En 1988 le fue otorgado el "honoris causa" por la Universidad de Boloña, en 1990 por la Universidad Complutense de Madrid, por la The American University de Washington, por la Université Libre de Bruxelles, luego en 1991 por la University of Dublin, Trinity College de Dublín y por la Universidad Comenio de Bratislava. En 2011 fue erigido un monumento en su nombre en Roma. En el campus de la Universidad Complutense de Madrid también se yergue un busto de Dubček realizado por el destacado escultor español Santiago Hernández.
Alexander Dubček falleció el 7 de noviembre de 1992 en un accidente de tráfico ocurrido en la autopista entre Praga y Brno, en la República Checa.