Durante la ocupación de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia, diversos aspectos de la vida social y política del país variaron drásticamente. Por ejemplo, en el ámbito de la prensa, los censores acudían a las editoriales con mayor frecuencia, quejándose de artículos. Por ello, el principal periódico de la zona oriental de Eslovaquia, llamado Východoslovenské noviny, fue impreso en secreto y distribuido de forma gratuita. El periodista y escritor Ivan Hrubovčák recuerda el turno de noche del 20 al 21 de agosto del 1968, momento en que estaba de servicio en la redacción. Cuando dio su visto bueno al nuevo número del periódico, la noche del 20 al 21 de agosto de 1968, no pensaba que a la mañana siguiente todo se fuera a ver diferente.
"Aquella noche me fui andando de la imprenta de Košice a la estación de tren. Subí y me dormí. Desperté en Henovce, distrito de Vranov. No daba crédito al ver lo que pasaba. Las calles estaban repletas de tanques, cañones, cocinas de campo, camiones. Fue algo terrible". Acercándose a un hombre le preguntó qué es lo que había pasado y su respuesta fue que los rusos habían venido a proteger a los eslovacos ante el capitalismo. El periodista, tras 50 años, recuerda que pensó muy extrañado en qué es lo que podía haber pasado en el país para que no hubiera recibido ninguna notificación de ello en su periódico. La gente preguntaba a los soldados soviéticos para qué habían venido si nadie les había llamado. Silencio, un absoluto silencio, era la respuesta. En general, la gente estaba horrorizada.
Hrabovčák se dio cuenta esa mañana en el quiosco de que Východoslovenské noviny no había salido a la calle tal y como él lo había autorizado en el momento de mandarlo a la imprenta. En la primera página había una declaración de la presidencia del Comité Central del Partido Comunista respecto a la situación en el país. A continuación llamó a su superior, en Košice para consultarle lo sucedido. Éste le dijo que no se preocupara y que dejara las cosas estar, que las órdenes habían llegado del Partido Comunista.
El periódico informaba en sus páginas de las manifestaciones que se organizaban. Pero a la redacción fueron destinados censores rusos, que empezaron a revisar los artículos, señalando muchos de ellos como "antisoviéticos". Por ello, recuerda el periodista, un día en que ya no hubo tiempo para rellenar el espacio censurado con otro artículo, el rotativo salió a la calle con espacios en blanco. Por todo ello, Východoslovenské noviny empezó a ser impreso en secreto en algunas ciudades, y distribuido de forma gratuita. De esta manera la gente podía expresarse libremente, aunque luego pagaran por ello. Hrubovčák fue criticado por haber publicado voces negativas en relación con la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia en la Checoslovaquia de entonces. Posteriormente fue rehabilitado como periodista.
Fuente: TASR