Varios diputados eslovacos que integran el Comité Parlamentario de Asuntos Exteriores aseveran que el proyecto de la nueva Ruta de la Seda podría beneficiar a Eslovaquia y, por lo tanto, sería bueno que nuestro país estuviera incluido en este proyecto.
"China es una potencia económica. Cuenta con enormes recursos económicos para el proyecto de la nueva Ruta de la Seda. Son proyectos de infraestructura que llegan hasta Europa y, si Eslovaquia participara en ellos, podría crecer enormemente y beneficiarse mucho", decía Ľuboš Blaha, del partido de gobierno Smer-SD, y presidente de la Comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores, resaltando que sería razonable que Eslovaquia no se orientara solamente a occidente, sino también a China y Rusia.
Jaroslav Paska, del partido gobernante SNS, se pronunciaba en términos similares: "La posición de Eslovaquia es clara, estamos interesados en la cooperación comercial entre Oriente y Occidente. Para nosotros es claro que mientras más transporte pase a través de Eslovaquia, mayores serán los beneficios para nuestro país".
Katarína Cséfalvayová, líder del grupo parlamentario de Mosta-Híd, otro de los partidos de coalición, alerta, sin embargo, de los posibles riesgos de este proyecto. "Tenemos que vigilar que el proyecto de la Ruta de la Seda y el formato 16+1 (países de Europa Central y del Este y China), en lugar de ser proyectos meramente económicos, no se conviertan en instrumentos políticos de China para ejercer mayor influencia sobre Europa", recalcó.
Martin Klus, de partido de oposición SaS, afirma que es importante mantener buenas relaciones con China, ya que es una de las grandes potencias mundiales. "Existe un formato 16+1, en el estamos entre los países más pasivos. La cooperación bilateral es muy importante. China también está concertando acuerdos con países pequeños, y Eslovaquia se está quedando atrás en este aspecto", añadía.
Entre finales de octubre y principios de noviembre se llevará a cabo una conferencia internacional sobre el tema de la Nueva Ruta de la Seda en la provincia china de Hainan.
La nueva Ruta de la Seda involucra directamente a 65 países, el 60% de las reservas energéticas del mundo, el 70% de la población mundial y sería responsable del 55% del PBI mundial.
