El presidente de la República Eslovaca, Andrej Kiska, con motivo del 26 aniversario del surgimiento de la República Eslovaca, condecoró el martes a 30 personalidades de la vida social y cultural, tres de ellas a título póstumo. La ceremonia de entrega de las órdenes de Estado tuvo lugar en Bratislava, en la sala de conciertos de la Filarmónica Eslovaca, y en ella también estuvieron presentes el presidente del Parlamento Andrej Danko, el primer ministro Peter Pellegrini, la presidenta del Tribunal Constitucional, Ivetta Macejkova, parlamentarios eslovacos, ministros y personalidades de la vida pública.
Al dirigirse a los presentes el jefe de Estado destacó que había condecorado a personas que con su labor han contribuido a que Eslovaquia sea un país más hermoso, más decente y más justo. Kiska admitió que la decisión había sido difícil y señaló que las personas premiadas representan los mejores valores en los que se sustenta la sociedad eslovaca.
El presidente, tal y como el mismo dijo, no sólo ha homenajeado actuaciones excepcionales, sino también a personas que son motivo de orgullo, estimulan el amor por Eslovaquia y que con su sensatez, respeto y simpatía han pasado a formar parte de la historia de nuestro país.
Klára Orgovánová, Katarína Zavacká, Ľubomír Longauer, Darina Kárová, Alexej Fulmek, Veronika Velez-Zuzulová, Jana Juráňová, Zuzana Žirková, Richard Stanke, Dušan Mitana, Daniela Hantuchová, Péter Hunčík, Jana Dubovcová, Ladislav Snopko, Magdaléna Vášáryová, Ján Kuciak y Svetozár Naďovič fueron condecorados con la Orden Ľudovít Štúr de primer grado. A Ján Kuciak se le otorgó a título póstumo.
Josef Abrhám recibió la Orden Doble Cruz Blanca de segundo grado. También fue galardonada con esta orden Dagmar Burešová, pero a título póstumo.
Miroslav Žbirka, Marián Valko, Jana Želibská, Mária Omastová, Gyula Zalabai, Roman Patkoló, Radoslav Danilák, Mária Jasenková, Zuzana Kumanová, Pavel Cheben y Veronika Rácková (a título póstumo) fueron laureados con la Orden Cruz de Pribina de primer grado.
