Eslovaquia no tendrá un presupuesto equilibrado este año y tampoco se propone tenerlo en 2020. Así lo dio a conocer el primer ministro Peter Pellegrini, después de que el Gobierno aprobara el anteproyecto presupuestario presentado por el ministro de Finanzas.
De esta manera, el déficit de las finanzas públicas debería estar en torno al 0,68% del PIB en 2019 y alrededor del 0,49% en 2020. El ejecutivo vaticina un presupuesto equilibrado para el año 2021.
En cifras, los ingresos a las arcas públicas del Estado alcanzarían los 38.870 millones de euros, en tanto que los gastos no deberían superar los 39.350 millones. El déficit de las finanzas públicas sería de 480 millones de euros.
El primer ministro Peter Pellegrini, lo ha definido como un "presupuesto de compromiso" con un fuerte acento social. "Reacciona ante la desaceleración de la economía eslovaca y a la vez garantiza la seguridad social de los ciudadanos. El compromiso se basa en el hecho de que, a pesar de la desaceleración económica, no tenemos la intención de hacer recortes que perjudiquen a las personas mayores, los jóvenes o las familias. Por el contrario, se buscarán reservas en la administración del Estado y en el costo de la gestión estatal", precisaba.
El jefe de la cartera de Finanzas, Ladislav Kamenicky, admitió que confeccionar el presupuesto no fue tarea fácil.
Acorde con la propuesta de presupuesto, la deuda bruta de la administración pública este año podría descender al 47,9% del PIB y colocarse por debajo de la zona de sanción más baja.
La Asociación de Uniones Industriales, a través de su portavoz Silvia Šeptáková, asevera que el anteproyecto de presupuesto para 2020 aprobado por el gobierno no refleja suficientemente bien el deterioro que ha sufrido la economía y aboga por más incentivos para los emprendedores y apoyo para la ciencia y las investigaciones.
Es muy probable que la desaceleración de la economía, junto con los altos costos laborales (el paquete social -vales de vacaciones, recargos, salario mínimo, vales deportivos, etc.) no sólo reduzca el volumen de producción en las fábricas, sino que eleve el desempleo. Así se pronunciaba Rastislav Machunka, vicepresidente de la Asociación de Uniones y Confederaciones de Empleadores de la República Eslovaca.
El presidente de la Cámara Eslovaca de Agricultura y Alimentación, Emil Macho, asevera que el sector agroalimentario aparece en la declaración del programa de gobierno como un sector estratégico, pero el presupuesto no establece claramente cuántos recursos económicos recibirá el sector.
La propuesta presupuestaria aún tiene que recibir el visto de Bruselas y, posteriormente, la versión final deberá ser ratificada por el Parlamento eslovaco.