La pandemia afecta también al turismo de compras de los eslovacos

La pandemia afecta también al turismo de compras de los eslovacos

El nuevo coronavirus también ha afectado el turismo de compras de los eslovacos en los países vecinos. Según Eva Sadovská, analista de la consultora Wood & Company, "la pandemia y el cierre de fronteras relacionado han provocado una disminución de las compras en el extranjero, y la pregunta es si volverá a los niveles previos a la pandemia". En esta situación, muchos de los hogares eslovacos, especialmente de las zonas fronterizas, que viajaban regularmente a Hungría, Polonia, la República Checa y Austria, han realizado sus compras en Eslovaquia. Este es también probablemente uno de los factores que han contribuido al aumento de las ventas de supermercados e hipermercados. El comercio minorista en tiendas no especializadas, ha sido el único segmento minorista que ha registrado un aumento interanual en sus ventas en marzo (+ 12,9%), abril (+ 2,5%) y mayo (+ 3,5%). "Con la disminución de las medidas, las fronteras han empezado a abrirse gradualmente, incluidas las de nuestros vecinos. Aunque las compras en el extranjero puedan seguir siendo atractivas, muchos eslovacos de estas zonas aún pueden estar preocupados sobre el desarrollo de la pandemia", explicaba Sadovská. Según la analista, el turismo económico no es una buena noticia para nuestra economía, ya que gastamos el dinero obtenido en Eslovaquia fuera del país. Ello tiene un impacto negativo no solo en los ingresos de los comerciantes, sino también en el presupuesto, a causa de la inferior recaudación de impuestos. Según Sadovská, unos precios más bajos atraen a los eslovacos a Polonia, Hungría y la República Checa. Los alimentos y las bebidas no alcohólicas son, de media, más baratos en Polonia que en Eslovaquia en un 26,9%. En la República Checa, la comida es más de un diez por ciento más barata. En Hungría, resulta también más barata la compra de alimentos y de alcohol y tabaco, siendo la ropa y el calzado un 15,3% más baratos. Entre los vecinos eslovacos, Austria es el más caro, aunque en este caso, y tal y como declaran nuestros conciudadanos, la razón para acudir a comprar a Austria no es el precio, sino la mayor calidad de los productos alimenticios y los artículos. Con todo, mientras que en Eslovaquia hace ya más de diez años que pagamos en euros, la mayoría de los países con los que hacemos frontera y en los que practicamos con mayor frecuencia el turismo de compras mantienen su moneda original. "El turismo de compras a estos países vecinos también se ve influenciado por el desarrollo de las monedas de nuestros vecinos frente al euro. Las compras se vuelven más atractivas en momentos en que las monedas de los países vecinos se debilitan frente al euro y, por lo tanto, volviéndose más ventajosas para los eslovacos desde este punto de vista", agregaba la analista.

Hilari Ruiz de Gauna i Torres Foto: TASR

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