La Comisión Nacional de Preparación para la Pandemia aprobó el pasado martes el plan de lucha contra la pandemia, según el cual nuestro país todavía se encuentra en la primera ola de la epidemia. La comisión ha precisado qué hospitales se centrarán en la recepción de pacientes que han dado positivo de covid-19. Éstos estarán exclusivamente a disposición de esos pacientes y contarán con 3.503 camas, mientras que los demás hospitales ofrecerán los servicios habituales.
Sobre la segunda fase de la pandemia podríamos hablar, acorde con el mencionado plan, cuando más de la mitad de la capacidad de las unidades para enfermedades infecciosas esté ocupada. Eslovaquia convocaría el estado de alarma en la tercera fase. Para ello el 75% de las camas en los hospitales deberían estar ocupadas y tendrían que surgir brotes del virus que exijan la cuarentena colectiva.
Éstas medidas deben impedir el colapso del sector sanitario y ralentizar la transmisión del virus. La cuarta fase representa la gradual vuelta al llamado periodo "entrepandémico". "Eslovaquia registra decenas de contagios al día. Hemos esperado este desarrollo, contamos con un guion aun peor. Los nuevos casos son importados, por lo cual considero la situación actual de estable y no alarmante", explica Ján Mikas, director nacional de Salud Pública. La mayoría de los nuevos casos de covid-19 han sido importados de Ucrania, Serbia y Chequia. El plan no ha sido aceptado en su totalidad por el Gobierno, por eso ha sido enviado de vuelta al ministerio para que sea reelaborado. La Comisión Nacional de Preparación para la Pandemia propone, por ejemplo, que las universidades y escuelas secundarias con residencias instalen unidades de cuarentena para los estudiantes de los "países con alto riesgo", dado que precisamente de estos países han sido importados muchos de los casos de covid-19. A decir del ministro de Sanidad, Marek Krajčí, le inquieta que a partir del septiembre vayan a ser multiplicados los contactos sociales de jóvenes y niños, lo cual pueda facilitar la transmisión del virus.
El ministro también ha propuesto que los padres de los alumnos de primaria y de niños de las guarderías presenten en septiembre una declaración jurada de que el niño no está contagiado, que no ha estado en el extranjero durante los últimos 14 días y que no ha estado en ningún campamento escolar internacional. En caso de que no se cumplieran estas condiciones, los padres tendrían que pagar la prueba o quedarse toda la familia en la cuarentena. Sin embargo esta propuesta no ha sido aprobada por el Gabinete y el premier, Igor Matovič, ha pedido su reelaboración. "Hemos decidido que no tomaremos este camino para no perjudicar a las familias que viajen a "los países relativamente seguros", explicó Matovič. El Ministerio de Sanidad ha reiterado su recomendación de evitar viajes al extranjero.