Los miembros del gobierno deben confiar en la diplomacia eslovaca y los políticos tienen que ser responsables por sus acciones en el exterior. Con estas palabras se pronunciaba el ministro de Relaciones Exteriores de Eslovaquia, Ivan Korčok, en relación con el reciente viaje del ministro de Finanzas Igor Matovič a Budapest, y del que excluyó en las conversaciones con el premier y el ministro de Exteriores húngaros a los representantes de nuestra embajada.
El ministro percibe el llamamiento de antiguos y actuales diplomáticos como una reacción al cuestionamiento de la integridad de la diplomacia eslovaca, que se basa en la imparcialidad y la no participación en la política interna. Añadió que la República Eslovaca necesita una diplomacia fuerte, que no pueda ser cuestionada ni en casa ni en el extranjero.
Por otro lado, el canciller eslovaco se pronunció en torno a la situación en Ucrania. "El problema con las tropas rusas en la frontera entre Ucrania y Rusia es que no conocemos su objetivo, motivación o por qué ese movimiento está sucediendo en este momento", acotó.
El movimiento de unidades militares dentro del territorio del propio estado, según Korčok, forma parte del ejercicio de la soberanía de los estados, pero ese movimiento debe realizarse de manera transparente y de acuerdo con los estándares internacionales.
En opinión del ministro de Defensa Jaroslav Naď, es interés de Eslovaquia que la situación no se agrave y el conflicto se resuelva por la vía diplomática. "Ni la Alianza noratlántica ni la República Eslovaca, como estado miembro, se están planeando ningún ataque militar, ni se están preparando para un posible ataque", recalcó.
A decir de Naď, en las últimas dos semanas ha habido un aumento significativo de la cantidad de soldados y equipos rusos en las zonas fronterizas.
El ministro de Defensa también se defendió de las especulaciones sobre un posible desplazamiento de equipos militares a través de nuestro territorio y negó que las tropas de la OTAN se estén trasladando a la frontera con Ucrania.