La sociedad necesita una Constitución para prevenir los abusos del poder político, destaca Čaputová

Todas las sociedades libres necesitan sus respectivas Cartas Magnas, especialmente contra los abusos del poder político. De esta manera se pronunció ayer la presidenta de la República Eslovaca Zuzana Čaputová, con ocasión del 30 aniversario de la aprobación de la Constitución de la República Eslovaca. Para Čaputová, defender y proteger los derechos y las libertades de todo el mundo es posible exclusivamente en un ambiente donde se cumplan las reglas y normas, pactadas por toda la sociedad. Según sus palabras, desde el punto de vista de la cultura política, le parece que después de treinta años estámos todavía muy lejos de señalar a nuestro país como una democracia avanzada con un alto nivel del estado de derecho. La presidenta eslovaca en su discursó resaltó que hay que cambiar nuestro comportamiento hacia la Constitución, de tal manera que no la festejemos una vez al año, sino que la cumplamos todo el año. El presidente del Parlamento eslovaco Boris Kollár admitió que también la Constitución eslovaca contiene errores, pero que se trata de la primera Carta Magna de la nación eslovaca, aprobada por un órgano legítimo de un país democrático. En opinión de Kollár, una Constitución debería describir solamente los principios más generales del funcionamiento de la sociedad. Según sus palabras, una Carta Magna no debería ser una ley que cambiara constantemente. El presidente del Gobierno eslovaco Eduard Heger destaca que la aprobación de la Constitución de nuestro país fue una de las manifestaciones más importantes de la soberanía de la nación eslovaca en la historia de nuestro país. Para Heger, nuestra Carta Magna ha jugado y sigue jugando un papel importante en la protección de la democracia y la libertad. Según sus palabras, Eslovaquia es un país democrático y debe seguir siéndolo. El presidente de uno de los partidos de la actual oposición parlamentaria Smer-SD Robert Fico reconoció que él mismo observa la Constitución como una Biblia civil sin entrar en la polémica de que si hoy en día se cumplen todas las reglas y normas constitucionales de nuestro país.