Una elevada tasa de inflación, así como la consiguiente subida del precio de muchos alimentos, ha provocado que la mayoría de los eslovacos hayan empezado a reducir la calidad de los alimentos que toman. Así lo revela una encuesta realizada por la agencia Edenred, realizada en septiembre pasado sobre una muestra de 1.042 encuestados, mayores todos ellos de 18 años, según la cual, hasta un 54,9 % de los encuestados admite que se ve obligado a ahorrar en alimentación y dieta a costa de la calidad. Sobre ello, la directora de temas públicos de la mencionada agencia, Lívia Bachratá, afirmaba que “las consecuencias de escatimar en la calidad de los alimentos pueden comportar un efecto en cadena, que iría desde el aumento de las enfermedades y la reducción del rendimiento, hasta un aumento de costes sanitarios para las empresas y el Estado”. Con todo, más de un tercio de los encuestados, un 38 % afirmaba que prefería recortar en otras áreas para que la calidad de su dieta no se viese afectada. Para el 7,1 % restante, la calidad de los alimentos y de su dieta no es lo que más importante le resulta. Igualmente, casi tres cuartas partes de los encuestados admiten que su situación económica actual no les permite una comida de calidad en un restaurante. Por ello, muchos se preparan la comida en casa. Un 12 % se conforma con un bocadillo o una ensalada y un 9 % come en un bufet o en una gasolinera. Una gran parte también de los encuestados piensa que la ayuda alimentaria actual, por parte del empresario no es suficiente, a pesar del ligero aumento de ésta registrado desde el pasado septiembre. Actualmente esta cantidad diaria es de 4,5 euros, su nivel óptimo sería de 6,4 euros. Para el 35,5 % de los encuestados se trata de una cantidad insuficiente, y un 36,8 % lo considera parcialmente insuficiente. Un 27,7 % piensa que el nivel de asignación diaria para la alimentación del trabajador es suficiente. A modo de conclusión Bachratá afirmaba que “nuestra experiencia demuestra que los empresarios pueden influir en la calidad de la alimentación y, por tanto, en la calidad de vida de sus empleados, en gran medida gracias a la cuantía de la ayuda ofrecida. Con todo, estamos convencidos de que la carga de hacer frente a la subida de precios de los alimentos no debería recaer únicamente sobre sus hombros”.
El aumento de precios reduce la calidad de los alimentos que ingieren los eslovacos
10. 10. 2022 14:48 | Tema del día

Hilari Ruiz de Gauna Torres; Foto: TASR